Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1
De qué va: En Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1, Ethan Hunt y su equipo del FMI se embarcan en su misión más peligrosa hasta la fecha: Localizar, antes de que caiga en las manos equivocadas, una nueva y terrorífica arma que amenaza a toda la humanidad. En esta tesitura, y con unas fuerzas oscuras del pasado de Ethan acechando, comienza una carrera mortal alrededor del mundo en la que está en juego el control del futuro y el destino del planeta. Enfrentado a un enemigo misterioso y todopoderoso, Ethan se ve obligado a considerar que nada puede anteponerse a su misión, ni siquiera las vidas de aquellos que más le importan (www.filmaffinity.com/es).
Tráiler: youtu.be/XoDmKCZBeeI
Director: Christopher McQuarrie.
Reparto: Tom Cruise, Hayley Atwell, Ving Rhames, Simon Pegg, Rebecca Ferguson, Vanessa Kirby, Esai Morales, Pom Klementieff, Mariela Garriga, Henry Czerny, Shea Whigham, Greg Tarzan, Davis Frederick Schmidt, Charles Parnell, Rob Delaney, Cary Elwes, Indira Varma, Mark Gatiss.
Oficial: www.misionimposible.es/
La mía: Parece que el equipo formado por Christopher McQuarrie y Tom Cruise ha encontrado la fórmula del éxito dentro de la franquicia Misión imposible, que empezó Brian de Palma en 1996 y que llega a su séptima entrega. Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1 es la tercera cinta de la dupla McQuarrie-Cruise, tras Fallout (2018) y Nación secreta (2015), y no será la última ya que la Parte 2 de Sentencia mortal está prevista para el 28 de junio de 2024. Poco hay que añadir a esta consolidada saga de acción y espías liderada por el agente del FMI Ethan Hunt.
En Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1 regresa el equipo al completo para ofrecer lo que promete: buen cine de acción y puro espectáculo que satisface al espectador. Poco más se le puede pedir a un blockbuster veraniego cargado de energía, explosiones, persecuciones y otras tantas cosas locas durante más de dos horas y media. Tan, tan, tan tan tan, tan, tan tan tan, tirori, tirori… Sigue el ritmo, que ya tu sabes.