TerrorMolins 2016 (parte I): El Festival

Nuestra voluntad de vivir nuevas experiencias, conocer a profesionales y fans del séptimo arte y expandir el alcance de nuestros escritos, nos han llevado a nuevos horizontes este año. Por primera vez, hemos tenido el placer de sentir en carne propia la combinación de emoción y miedo que se respira en el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei. Además, lo hicimos como acreditados de prensa. La organización nos trató estupendamente y atendió todas nuestras dudas. Este trato cordial y un ambiente casi familiar envuelven el Teatro de La Peni y sus alrededores, ubicación donde tiene lugar el TerrorMolins. También destacar que el certamen, en esta trigésimo quinta edición, ha dado el salto definitivo para convertirse en referente mundial del género que aborda. Dos de los retos que se han superado exitosamente para acometer este objetivo han sido: la ampliación de la duración del festival (a diez días) y la publicación del primer libro oficial (Puede ser contagioso. Las mutaciones en el cine de género publicado por la editorial Hermenaute en 2016).

Por otro lado, la programación ha sido excepcional. Tanto nosotros como otros compañeros que asistieron al TerrorMolins como Cine de Patio, Cine Domingo o TerrorWeekend corroboramos que ninguna de las películas vistas fue un desperdicio. La variada selección de títulos combinó pequeñas obras de autor y de bajo coste como Kristen (con 8.000 euros de presupuesto) con exitosas superproducciones internacionales de elevados montantes como The Neon Demon o Train to Busan (superando los 7 millones de dólares). Así como largometrajes que abarcan todos los subgéneros del terror y provenientes de todos los rincones del globo como la iraní Under the Shadow, la surcoreana The Wailing (El extraño), la española La madriguera, la finlandesa Lake Bodom, la chilena Downhill o la estadounidense The Eyes of My Mother. Desde operas primas como The Unseen de Geoff Redknap o Tear Me Apart de Alex Lightman o filmes galardonados en otros festivales como The Girl with All the Gifts de Colm McCarthy y I Am Not a Serial Killer de Billy O’Brien a películas de directores con mayor recorrido como Darling de Mickey Keating o The Autopsy of Jane Doe de André Øvredal. Por si fuera poco, muchas de las proyecciones correspondían a premières europeas, españolas y/o catalanas. Así pues, había motivos de sobra para atraer una mayor afluencia de público, reto que se superó con creces.

Personalidades

A todo esto cabe añadir que diversos directores (Geoff Redknap, Phillip Escott y Craig Newman, Alex Lightman, Dan Pringle, Mark Weistra y Sergio Morcillo) y actores (Natalie Martins y Ziad Abaza) hicieron acto de presencia en el escenario de La Peni para presentar su obra y, posteriormente, atender tanto a prensa como a fans. Sin embargo, otras personalidades como el homenajeado David Cronenberg y su obra The Fly (La mosca) o las actrices Lauren Ashley Carter y Kika Magalhaes, que no pudieron asistir al certamen, estuvieron presentes con sendos vídeos. Así como también comparecieron los profesionales que conformaban el jurado de esta edición del festival, entre los que destacó Ashley C. Wiliams (actriz reconocida y premiada por su papel en The Human Centipede (First Sequence)), acompañada a todas horas de su bebé, Matthew A. Brown (director de la galardonada Julia, película estrenada en Estados Unidos en 2015) y Paco Rodríguez Prieto (responsable de cine de Movistar+).

Más que cine

Además, el TerrorMolins se compone de muchas más actividades que las presentaciones y proyecciones de películas a concurso. Por ejemplo, este año han concurrido 17 cortometrajes de todo el mundo (Francia, Australia, Reino Unido, Bélgica, Corea del Sur, Estados Unidos, Alemania, España, Canadá y Polonia) a la competición oficial del certamen con el siguiente palmarés.

Un concurso de microrelatos de género de terror, uno de vídeos de terror de veinte segundos y otro de fotografía (aquí los ganadores). Sesiones de cine infantil, muestra de cortos en una carpa en el centro del pueblo, una cena ponencia, presentación del libro oficial, proyecciones para institutos, visionados de películas y cortos fuera de concurso (The Man with X-Ray Eyes, The Fly, You’re Gonna Die Tonight, A History of Violence, Gourmets y Last Clip), una sesión de cine asiático con Action Jackson, el pase de un film adaptado para personas con deficiencias visuales y auditivas (XMILE), y la mítica y famosa maratón de doce horas de cine de terror con película sorpresa incluida (ésta vez fue Vinieron de dentro de… (Shivers) de David Cronenberg).

Tampoco nos olvidamos de esos momentos previos a las proyecciones o las posteriores conversaciones e intercambio de opiniones sobre las películas en la carpa del bar, resguardándonos del notorio frío de Molins de Rei (sobre todo si vienes del microclima capitalino barcelonés). Del haber conocido a otros compañeros de profesión y a los miembros de la organización, voluntarios y todo el equipo que se encarga del correcto funcionamiento del festival. Así como de probar los diversos bocadillos oficiales del TerrorMolins entre sesiones cinematográficas y fotografías en el photocall.

Esto es todo por hoy porque aquí no acaba nuestra primera y terrorífica experiencia en el certamen. En breve publicaremos otra entrada relacionada con el TerrorMolins donde explicaremos las vivencias durante la semana del festival y nuestras opiniones personales de las películas que visionamos.