Vengadores: La era de Ultrón
Con más de 1.500 millones de dólares amasados alrededor del mundo (se dice pronto, teniendo en cuenta que su presupuesto fue aproximadamente de 220 millones), Los Vengadores instauró un nuevo récord histórico. Su recaudación el primer fin de semana de proyección fue la más alta que se haya conocido jamás, resultando en global la tercera película más taquillera en lo más de cien años de recorrido cinematográfico. No era para menos, pues por primera vez Marvel congregaba a varios de sus héroes (con la excepción de aquellos cedidos por contrato a otras compañías) en un mismo film, dando por cerrada su primera fase y abriendo la puerta a una segunda con la que esperaban, como si de uno de sus villanos se tratara, conquistar el mundo. Pese a haber dejado el listón muy alto, el insuperable Joss Whedon no le hacía ascos al desafío de retomar su labor como guionista y director en esta nueva entrega (además de consultor de la firma), aún a sabiendas de la dificultad que entrañaba. El resultado es un ejercicio de orfebrería en el que el cineasta se exprime el cerebro al máximo para cuadrar todos los elementos imprescindibles del blockbuster del siglo, intentando no renunciar a los rasgos que le caracterizan, por encima de todo, como autor.
He aquí la razón por la que Whedon es un genio incomprendido, pues es casi imposible que, con tan poco margen de maniobra, llueva a gusto de todos. Vengadores: La era de Ultrón debía incorporar nuevos miembros al equipo (los gemelos Maximoff – muy molones ellos- y Visión –tan solemne-) y a la vez profundizar en la tormentosa psicología de los superhéroes. El objetivo ha sido alcanzado, pues nos infiltramos en su intimidad y quedan humanizamos a nuestros ojos. La escena en la que todos ellos visten de paisano en motivo de una celebración es una de las mejores por su ambiente distendido, al menos hasta que no es interrumpida por el repentino despertar de Ultrón. Se colocan los cimientos (los rifirrafes entre los integrantes del grupo) que conducirán indefectiblemente a Captain America: Civil War, la continuación natural dentro del UCM del film que nos ocupa. También se premia al seguidor de la franquicia al intercalar en la acción, aunque sea de manera anecdótica, a algunos de sus personajes favoritos. Por último, las deficiencias de la primera entrega respecto a los pobres esbozos de la Viuda Negra y Ojo de Halcón quedan compensadas con creces, aunque no siempre en la dirección correcta. Y es que el guión se empeña en colarnos con calzador una historia de amor entre dos personajes que, debido al desarrollo precipitado y tendencioso de su relación, acaban por no pegar ni con cola. Más allá de esto, no vale la pena alimentar las injustificadas y maliciosas polémicas que han incendiado la red estos últimos días respecto al tema.
Por supuesto habrá quienes piensen que la complejidad narrativa no casa bien con el mero entretenimiento. Sin embargo, la disposición de las batallas está milimetrada para crear picos de tensión que no adormezcan a nadie. El enfrentamiento final está a la altura de su predecesor, pero cabe preguntarse si las similitudes entre ambos son marca de la casa o de desidia creativa. El hastío del director (no es ningún secreto que ha terminado en este estado después del descomunal esfuerzo) se hace notar en los títulos de crédito y en la habitual escena posterior a éstos. Por el contrario, en el film abunda el sentido del humor de viñeta, propio de Whedon y adoptado por la Casa de las Ideas (aunque con un chiste de cada tres ya hubieran cubierto el cupo). Esta vez no se echa mano de la amenaza alienígena para crear a un villano con inclinaciones filosóficas, rebosante de rabia y de dolor. No se por qué, no cuesta imaginar a Whedon en su piel. Ahora que está todo el pescado vendido, solo queda pasar el relevo a los hermanos Russo, que dirigirán las dos partes de Avengers: Infinity War. No dudamos de que están en buenas manos, pues los suyos son los nombres detrás de la mejor película de la saga hasta la fecha, Capitán América: El Soldado de Invierno. Estableciendo una comparación odiosa, la única pega de Age of Ultron respecto a ésta es que, con tanta planificación, ha perdido parte de su originalidad y frescura. Ya saben, quien mucho abarca poco aprieta.
Valoración: ***
Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena)**** (muy buena) / (media estrella)
De qué va: Secuela de Los Vengadores (2012) de Joss Whedon. Cuando Tony Stark intenta impulsar un programa con el objetivo de mantener la paz, las cosas se complican y los héroes más poderosos de la Tierra, incluyendo a Iron Man, Capitán América, Thor, Hulk, Viuda Negra y Ojo de Halcón, se verán ante la prueba definitiva cuando el destino del planeta se ponga en juego. Cuando el villano Ultrón emerge, le corresponderá a Los Vengadores detener sus terribles planes, que junto a incómodas alianzas llevarán a una inesperada acción que allanará el camino para una épica y única aventura (www.trailersyestrenos.es).
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