The Good Wife (T7)

Ha llegado la hora de despedir a Alicia Florrick: icono televisivo de la última década; mujer independiente, soberbia y tenaz. Durante casi cinco temporadas fue una triunfadora imbatible en los juzgados, pero la descomposición de Lockart & Gardner la empujó a la inestabilidad laboral y a una ligera confusión entre aliados y enemigos. Tanto es así que, después de truncarse su carrera política debido a un fraude electoral, Alicia trabaja en los juzgados de instrucción defendiendo a desamparadas gentes de baja estofa. Constatamos entonces que el sistema distingue entre ciudadanos de primera y de segunda, y penaliza el esfuerzo, la verdad y la honestidad. No obstante, conoce allí a Lucca Quinn (Cush Jumbo), con quien emprende una nueva empresa. El trío amistoso que ambas forman junto al investigador de la nueva firma, Jason Crouse (Jeffrey Dean Morgan), es el más sólido de una serie en la que abundan las puñaladas traperas. Paralelamente, el matrimonio de conveniencia con Peter es puesto a prueba cuando él se presenta como candidato a la presidencia del Partido Demócrata, como contrincante ni más ni menos que de Hillary Clinton.

Como siempre, los King demuestran un dominio absoluto y casi visionario de la política de los Estados Unidos. En un solo capítulo Alicia es reclutada para asesorar al ejército en materia de terrorismo en una especie de Club Bilderberg, el FBI está a punto de echarle el guante a Peter por corrupción y la NSA es testigo de todo ello a través de sus recurrentes escuchas. Si a ello le sumas la visita anual de Elsbeth Tascioni y un poco de sexo, el orgasmo catódico está asegurado. En cambio, la torpeza de los guionistas en materia internacional hace que incurran en imperdonables clichés. Por mucho que disfrute viendo a Eli Gold subido a un taburete media temporada o maquinando algún plan maquiavélico, tampoco él (así como David Lee y Louis Canning) pasa de ser una caricatura. En este sentido, Lucca es un soplo de aire fresco y, además, contribuye a ampliar esta pasarela de moda que es The Good Wife con su estilo desenfadado y coqueto.

Con la apresurada clausura de la serie, los showrunners pretendían completar el círculo de poder y degeneración moral de Santa Alicia. Cuando se topa con la misma tesitura que la situó en el candelero de la opinión pública años atrás, las tornas han cambiado. Ahora es ella la que no tiene piedad, justo cuando acariciaba la felicidad con la yema de los dedos. Sin embargo, en su irregular evolución se percibe el amoldamiento a las inesperadas renovaciones de la serie en sus primeras temporadas. Hablando en plata: Alicia perdió la inocencia hace mucho tiempo y ahora solo sortea los altibajos personales y profesionales como puede. La traición a Diane no justifica de ningún modo el rechazo taxativo de ésta a nuestra heroína. Tampoco la indecisión respecto a su relación con Jason exculpa el abandono. Siempre nos quedará el consuelo de saber que ésta luchadora no se va a rendir tan fácilmente. Puede que yo la vea con ojos devotos, pero quien esté libre de pecado que lance la primera piedra.

Valoración: ***

Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena) **** (muy buena) / (media estrella)