The Good Wife (T5)

Después del cliffhanger con el que concluía la cuarta temporada (en el que Alicia y Cary decidían asociarse para fundar su propio bufete), The Good Wife retoma su camino apostando y primando la serialidad frente a lo episódico. Sin embargo, y pese a la notable reducción en el número de casos, The Good Wife vuelve a ser pionera como representación de la más rabiosa actualidad, y acierta de lleno al dotar a la ciudadanía de un primer y necesario imaginario de la NSA. Así, la acción de espiar pasa a ser el leit motivde la temporada, no solo por la actividad de la agencia de seguridad, sino por la desconfianza mutua que se genera entre ambos bufetes e incluso entre los individuos dentro de una misma firma. El alto contenido tecnológico de la serie se manifiesta así a través de escuchas, webcams y descargas de archivos; acciones todas ellas ilícitas o al menos cuestionables. De esta manera, la trama política se traslada del despacho de Peter Florrick a los bufetes, en un juego constante de alianzas y traiciones.

Ante esta multiplicación de subtramas, algunos personajes se resienten y permanecen planos: Kalinda no muestra ninguna evolución en esta temporada, mientras que Cary queda a la sombra de Alicia hasta que decide tomar cartas en al asunto, bien entrado ya el tramo final. Y es que Alicia se alza más que nunca como protagonista única al convertirse en una bruja a la altura de sus enemigos y mentores Will y Diane; lo que supone un tremendo progreso del personaje. A partir de entonces, asistimos al rifirrafe entre ambas firmas en un tramo que decae bastante, hasta que un hecho inesperado lo transforma todo.

Entonces The Last Call (5×16) destaca como un episodio magistral, donde se nos muestra como reaccionan los distintos personajes al dolor: Kalinda lo hace a través de la venganza, Alicia de la culpabilidad y la búsqueda de respuestas, y Diane y Cary con rabia. Este duro trance restablece la relación entre Alicia y Diane y prefigura una alianza futura, pues se demuestra que, en el fondo, ambas forman parte de una misma “familia”, en otros tiempos conocida como Lockart&Gardner. La temporada concluye con el capítulo A Weird Year, con cuyo título los guionistas toman la conciencia de habernos llevado por los más extraños derroteros. Una apuesta tan arriesgada, pues, no podía manifestarse exitosa en todos sus aspectos pero, sin duda, el resultado final se valora de manera muy positiva y, sobre todo, sienta las bases para que queramos saber más y más.

Valoración: ***/

Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena) **** (muy buena) / (media estrella)