Relatos salvajes

Risas mordaces

Relatos salvajes resuena en todos nosotros porque recrea nuestra eterna fantasía: perder el control y dar a una sociedad que nos despluma y a algunos de los individuos que la pueblan su merecido. Desde su primer y breve sketch (antes de los títulos de crédito), la película da cuenta de su carácter alocado. Le suceden cinco historias cuyo único vínculo es la violencia, la ira y el humor del absurdo, que surge de llevar al extremo situaciones por todos conocidas (no es casual la presencia de los coches en casi todas las historias), haciendo estallar al espectador con su carcajada más profunda. Cada una de ellas parece extenderse en el tiempo más que la anterior, ahondando en algún aspecto aún no explorado.

Uno de ellos es la crítica social, que llega a su máximo exponente en el relato más exitoso de la cinta, “El bombita”, donde un artificiero y buen ciudadano escoge la opción más radical tras topar una y otra vez con el muro de la burocracia. Que se convierta en una especie de héroe nacional y que viva casi mejor en la cárcel que fuera de ella dice mucho de la dureza de la vida dentro de un sistema corrupto. Pero el tono jocoso no se pierde ni siquiera en “La propuesta”, que aborda el asunto más delicado del conjunto (¿el dinero lo compra todo?) y que, en un giro de 180 grados, deviene puro y duro regateo. La fiesta de “Hasta que la muerte nos separe” es un magnífico colofón final y la ensoñación de cualquier mujer engañada. Cabe destacar la astucia de Damián Szifrón para reproducir sentimientos tan contrarios e incluso para diferenciar, dentro de cada cuento, los momentos crudos y tensos de los hilarantes.

Relatos salvajes es una propuesta irregular, pues algunos relatos destacan claramente sobre otros. No se trata de la típica historia cruzada, con lo que las exigencias en cuanto al guión y en cuanto a la identificación con los personajes se reducen considerablemente. Sin embargo, cumple su función como entretenimiento y como descarga emocional, lo cual se complementa con una correcta dirección que emplea una gran variedad de recursos y planos. Del mismo modo, la música sirve como un elemento más en la búsqueda del equilibrio entre la comedia y el drama.

Valoración: ***

Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena)**** (muy buena) / (media estrella)