Las ventajas de ser un marginado

Las ventajas de ser un marginado cuenta la historia de Charlie, un chico sensible e inteligente, en su primer año de instituto. Al contrario de lo que podría parecer por su perfil, enseguida entabla amistad con Sam y Patrick (dos hermanastros en el último curso) que le introducirán en un “club de inadaptados” donde se sentirá, al fin, acogido. Hasta aquí la historia mil veces contada. Sin embargo, y a pesar de los tópicos (los matones populares o el profesor implicado), esta nueva relación abrirá a Charlie, así como a sus dos colegas, la veda para que afloren viejos conflictos además de los propios de la edad.

De este modo, la película reflexiona sobre el significado o implicación de la amistad, el amor, la homosexualidad, las drogas, el sexo y el futuro en la adolescencia. Pero al mismo tiempo también plantea otros asuntos trascendentales que van más allá de aquellos maravillosos años. El mérito de que todo esté tratado con sensibilidad y profundidad recae en Stephen Chbosky: guionista, director y escritor de la novela en que se basa el film. Así pues, el autor consigue ser fiel a sí mismo y a su obra, y al mismo tiempo proponer algo fresco y novedoso en pantalla.

No faltan referencias musicales, literarias y culturales que quizás busquen atraer la atención de un potencial público indie. Sin embargo, éstas no resultan excesivas ni distraen la atención que prestamos a los protagonistas perfectamente interpretados por el trío Logan Lerman, Emma Watson y Ezra Miller. La emoción que inspiran al espectador adulto es principalmente una: nostalgia. Y es que, a pesar del drama y las incertidumbres (ninguno de ellos ha tenido una vida fácil), disfrutan aquella época en que el futuro aún les puede deparar algo impredecible y auténtico. En definitiva, cine sobre adolescentes que, desde una perspectiva adulta, será más disfrutable.

Valoración: ***

Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena)**** (muy buena) / (media estrella)