La gran apuesta

Cuando uno se pone a estudiar el perfil de IMDB de Adam McKay, llega inmediatamente a una única e irrefutable conclusión: es uña y carne con Will Ferrell. Con algo más de detenimiento, repara en los más de 120 episodios que ha escrito para Saturday Night Live, el programa de entretenimiento y humor líder de la televisión norteamericana y al que tengo en más alta consideración que al mencionado actor de astracanadas. La idea de que, con La gran apuesta, el cineasta cambia de tercio al introducirse en un drama coral de reparto estelar queda desmentida tras apenas media hora de visionado. McKay sigue echando mano de una jocosidad mamarracha, pero esta vez lo hace para ilustrar cómo la realidad supera la ficción.

Pero retrocedamos un poco: un par de años antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria, el inversor y genio matemático Michael Burry (Christian Bale) detecta una enorme laguna en el sector y, por ende, la oportunidad de sacar tajada si apuesta contra el sistema. Los bancos se frotan las manos (pues el negocio de Burry parece condenado al fracaso), y le conceden bonos por valor de billones de dólares sin objeciones. El chollo llega a oídos de Jared Vennett (Ryan Gosling), un trabajador del Deutsche Bank al que la empresa presiona para obtener mayor rendimiento. Previa verificación, éste intenta reproducir la transacción ofreciéndola al inversor judío Mark Baum (Steve Carell). Paralelamente, dos independientes que pretenden abrirse hueco en Wall Street, Charlie Geller (John Magaro) y Jamie Shipley (Finn Wittrock), obtienen la misma información de chiripa, por lo que contactan con el veterano financiero renegado Ben Rickert (Brad Pitt) para que les ayude a rentabilizarla.

Los seis personajes son unos outsiders, el conductor predilecto del relato contemporáneo. Burry tartamudea y evita las relaciones sociales; Baum padece ansiedad, es incontenible y meticuloso; Rickert es un ecologista paranoide; y los jóvenes Charlie y Jamie son simplemente unos pringados. Sólo el personaje interpretado por Ryan Gosling responde al prototipo del banquero, un oportunista al acecho que pagará a sus patrones con su misma moneda y que, a nivel narrativo, está ahí para ejercer de nexo de unión entre los demás. Respecto al elenco, presten atención porque solo lo diré una vez: Steve Carell debería ganar un Oscar cada vez que abre la boca. No  solo es enormemente polifacético, sino que últimamente está haciendo gala de una neonata aptitud para el mimetismo. Mark Baum está más dibujado que el resto de sus compañeros y ensombrecido únicamente por la excentricidad de Burry, pues nadie niega que Christian Bale sea también un buen actor.

La quiebra del sistema bancario se expone también con pelos y señales en Margin Call y el documental Inside Job. Los años previos de bonanza, en los que se vivía a todo trapo, son ejemplificados con todo lujo de detalles en El lobo de Wall Street. Aunque me declaro fan indómita de la película de Scorsese, mi tesis es que el potencial incendiario de La gran apuesta es muchísimo mayor. Ninguno de nosotros querría intercambiarse con cualquiera de estos desgraciados (aunque sí desearíamos ser diCaprio), entre otras cosas porque su miserable existencia no está idealizada. Todo recurso es lícito para distanciar al espectador de la acción: desde los zooms y transiciones chapuceras, a las escisiones donde el actor habla a cámara, pasando por el intercalado de imágenes de la sociedad de consumo. Los suburbios, las hamburguesas, Britney Spears: el american way of life desmoronándose a ritmo vertiginoso. También los hits musicales de la década, algunos nacidos desde los márgenes y fagocitados por la industria, hacen cola para reclamar su minuto de gloria. Así pues, incluso la verborrea y la estética documental forman parte de una estrategia destinada a incomodar (de ahí que algunos no vayan a apreciar la película como es debido), así como a complementar un sentido del humor sarcástico, mordaz y salvajemente corrosivo.

Valoración: ***/

Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena)**** (muy buena) / (media estrella)

Ficha

De qué va: Cuando cuatro tíos fuera del sistema descubren que los grandes bancos, los medios de comunicación y el gobierno se niegan a reconocer el colapso de la economía, tienen una idea: “La Gran Apuesta”… pero sus inversiones de riesgo les conducen al lado oscuro de la banca moderna donde deben poner en duda todo y a todos (www.estrenosdecine.net).

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