Jojo Rabbit

Desmontando el nazismo desde la infancia

El peculiar, original y conocido director neozelandés Taika Waititi (Lo que hacemos en las sombras, Thor: Ragnarok, Boy) está de vuelta. Un regreso a bombo y platillo con la multinominada (compite en seis categorías en los próximos Óscars, por ejemplo) y también premiada (Mejor película del público en el Festival de Toronto 2019) Jojo Rabbit, que cuenta con un elenco envidiable: Roman Griffin Davis, Scarlett Johansson, Thomasin McKenzie, Archie Yates, Sam Rockwell, Rebel Wilson y Alfie Allen.

Jojo “Rabbit” Betzler es un niño alemán muy convencido de su ideología y perteneciente a las Juventudes Hitlerianas que verá alterada su concepción del mundo al descubrir que su madre esconde una joven judía en el ático. Con la única ayuda de su mejor amigo imaginario, Hitler (interpretado por el propio director), Jojo deberá enfrentarse a su ciego nacionalismo en el crepúsculo de la Segunda Guerra Mundial. Jojo Rabbit es un prematuro coming-of-age en forma de sátira sobre el nazismo y el conflicto armado. Una complicada y rocambolesca mezcla que, a pesar de sus altibajos, Waititi logra controlar. De hecho, el director consigue hacer humor de un tema tan delicado sin llegar a ofender.

Personajes divertidos, trágico final

El filme arranca trepidantemente con una divertida sucesión de gags que lo llevan a tal alto nivel que luego solo queda el agridulce sabor del descenso. Aunque Jojo Rabbit sigue con su crítica punzante, manteniendo un divertimento constante, llega a un punto en que el contraste con los dramáticos sucesos de la narración no encajan del todo. Al fin y al cabo, la historia está contada desde el punto de vista de un niño de diez años y con una estética colorida, nítida y con escenas musicales. Esa oposición de un mundo alegre, mágico e inocente topa demasiado fuerte con la dureza de las consecuencias de la guerra y el control del régimen.

En el desenlace, el cineasta se deja de excentricidades y adopta un tono más dramático para explicar el trágico final, aunque sin perder nunca ese aire optimista. En definitiva, Jojo es un niño, inocente y sin maldad, al que le gustan los disfraces y quiere pertenecer a un grupo. La relación con su madre Rosie (sobresaliente y afectiva interpretación de Scarlett Johansson) y con Elsa (Thomasin McKenzie) desprende sinceridad y dilección gracias a la espléndida actuación del joven prometedor Roman Griffin Davis. Y atención a las graciosas apariciones del pequeño Yorki (Archie Yates) y del dúo cómico formado por el capitán Klenzendorf y su ayudante Finkel (Sam Rockwell y Alfie Allen respectivamente).

Fábula para el gran público

En definitiva, Jojo Rabbit es una fábula sobre la Segunda Guerra Mundial divertida a la par que complicada. Una película que contrastaría muy bien con la ganadora de tres Óscars La vida es bella (1997) de Roberto Benigni por esta dualidad. Además, Waititi mantiene su idiosincrasia (riesgo y originalidad) en una película pensada para agradar al gran público que llega a los cines de España el viernes 17 de enero con la distribución de 20th Century Fox.

Valoración: ***

Puntuación: *(mala) **(regular) ***(buena) ****(muy buena) / (media estrella)

Este texto ha sido publicado primero en Mundoplus.tv.

Ficha

De qué va: Jojo «Rabbit» Betzler es un joven y solitario niño alemán perteneciente a las Juventudes Hitlerianas que ve su mundo puesto patas arriba cuando descubre que su joven madre Rosie esconde en su ático a un niña judía. Con la única ayuda de su mejor amigo imaginario, un niño un poco idiota, Jojo deberá enfrentarse a su ciego nacionalismo (www.filmaffinity.com).

Tráiler