Interstellar
Es difícil escribir sobre Interstellar sin dejarse influenciar por todo lo que se ha dicho sobre ella: que es la película más ambiciosa de Nolan, que es épica e intensa, que emula a Kubrick, a Spielberg y a tantos otros. Pues bien, Interstellar es todo eso y mucho más. Es, ante todo, una gran experiencia cinematográfica y, como tal, conviene respetar el deseo de su autor y acudir a la sala de cine lo más virgen posible. El mismo tráiler evitaba revelar cualquier detalle del argumento, pero incitaba a sumergirnos en esa Tierra árida que es nuestro futuro hogar. No voy a mentirles, no es fácil penetrar en ella: a uno le cuesta imaginar un porvenir en el se ha rechazado por completo no solo el despilfarro sino también la innovación, a la par que le desconciertan los hechos casi paranormales acaecidos en casa de Cooper o la facilidad con que la NASA ficha a éste. Pero si le damos el voto de confianza a Nolan, veremos como cada misterio se va desgranando. Eso sí, a un ritmo pausado que, al fin y al cabo, lo que disfrutamos es el camino.
Cuando el protagonista se embarca en la peligrosa misión de surcar el universo en búsqueda de un planeta favorable para la vida humana junto a la doctora Brand, el film cobra dimensiones existenciales. Lo trasciende todo, incluido el género cinematográfico, en un esfuerzo por trazar una línea de lo particular a lo universal. Como en su día lo hizo 2001: Una odisea en el espacio, Interstellar lleva la ciencia ficción al terreno de la filosofía, pero no deja de ser en ningún momento un drama familiar que enfatiza ante todo las relaciones paterno-filiales. A pesar de la magnitud y las aspiraciones de la historia, los personajes deben afrontar conflictos muy humanos.
Entretenimiento y arte se funden en un abrazo, y para ello es necesaria una mano firme pero emotiva, con un claro sello personal. Éste se caracteriza, entre otros aspectos, por su impacto visual. Así, los tonos ocres de una Tierra casi extinta pero acogedora, contrastan con el negro del espacio infinito o con el blanco del gélido planeta del doctor Mann. La visión de los robots dista mucho de ser la amenaza que ha representado en otros films intergalácticos. El uso de los silencios del vacío y de la música es, en ocasiones, apabullante pero encaja a la perfección con el tono épico de la cinta. Por último, destacar un guión sin fisuras aparentes que desafía la inteligencia del espectador y que ofrece una respuesta de tintes espirituales mucho más satisfactoria que alienígenas, dioses y afines. La coherencia de éste reside en las hipótesis del físico Kip Thorne, con lo que sería un error intentar comprenderlo en su totalidad. Sin embargo, los Nolan no tienen reparos en exponerlas, por si acaso nos interesa profundizar en ellas. Interstellar pasará a los anales de la historia por llevarnos a los confines del universo y más allá con precisión y elegancia.
Valoración: ****
Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena)**** (muy buena) / (media estrella)
De qué va: Un grupo de exploradores viajan a través de un agujero de gusano hasta otra dimensión. La historia está basada en la teoría del experto en relatividad Kip S. Thorne, que afirma que los agujeros de gusano no sólo existen, si no que se pueden usar como portales para viajar en el tiempo (www.trailersyestrenos.es).
Oficial: http://wwws.warnerbros.es/interstellar/
Año: 2014
Director: Christopher Nolan
Reparto: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Bill Irwin, John Lithgow, Casey Affleck, David Gyasi, Wes Bentley, Mackenzie Foy, Timothée Chalamet, Topher Grace, David Oyelowo, Ellen Burstyn, Michael Cain.
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