Halt and Catch Fire (T3)

En su tercera temporada, Halt and Catch Fire recupera ese gancho que tanto me sedujo en sus inicios y que asomaba tímidamente en una segunda estación de transición. Ya consolidada en California, Mutiny es una start up con prospecciones de crecimiento y, por tanto, apetecible para inversores. Sus líderes, Cameron y Donna, no solo se enfrentan al machismo de Sillicon Valley, sino también a las discordancias sobre la estrategia de la empresa y, por ende, al deterioro de su amistad. Tampoco ayuda que vivan bajo el mismo techo junto a Gordon, al cual excluyen de la toma de decisiones. El ingeniero se debate entre la autocompasión (más que justificada por el robo de su última obra a manos de Joe MacMillan) y nuevos e inspiradores proyectos que sacan a relucir su talento tantas veces infravalorado. También asentado en la Costa Oeste, Joe vuelve reconvertido en el gurú de la innovación tecnológica. A pesar de mi inclinación natural hacia el girl power, agradezco enormemente el resurgimiento de los personajes masculinos.

No hace falta ser muy avispado para advertir que tanto su look (refinado y zen) como su perfil profesional remiten directamente a Steve Jobs. No obstante, hay quien también ha visto una ineludible analogía entre Joe y John McAfee, el creador del famoso antivirus. Cuando uno domina suficientemente el contexto, disfruta de lo lindo con las referencias encubiertas. Desde los comentarios acerca de Next y su megalómano artífice a los juegos de Sega, el open source o el arco narrativo que rige la temporada. Este no es otro que el apasionante desarrollo en el 86 de NSFNET como evolución de un obsoleto ARPANET, el verdadero antecesor de Internet. Mientras las chicas tienen entre manos el primer espacio de intercambio y comercio online, Joe y su ayudante Ryan están construyendo el futuro. Este personaje, a su vez, parece ligeramente inspirado en el activista Aaron Swartz por su etnia y su incurable idealismo. La serie, pues, se toma sus licencias (el joven comenzó su carrera cerca del 2000) para enriquecer el relato. En última instancia, el afecto sincero hacia el muchacho es lo que redime a Joe de sus pecados.

Uno de los méritos de Halt and Catch Fire es precisamente esta rica interacción entre personajes. El hecho de compartir vivienda ha permitido a Cameron y Gordon apoyarse mutuamente cuando sus respectivas relaciones con Donna vivían altibajos. Rencores aparte, Gordon y Joe establecen al fin una conexión profunda que pasa desapercibida a las ajetreadas emprendedoras. Lee Pace, el machote empotrador por excelencia, satura frecuentemente el ambiente de tensión sexual: cada escena junto a Mackenzie Davies es un regalo. A modo de petición para la cuarta y última temporada, apreciaría una mayor rivalidad (o afinidad, quién sabe) entre éste y Donna, pues prácticamente no se dirigen la palabra a pesar de compartir una ambición sin frenos. La carrera hacia el WWW ha empezado: veremos si la cima se alcanza a través de la colaboración o de la competencia.

Valoración: ****

Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena) **** (muy buena) / (media estrella)