Festival Nits de Cinema Oriental 2020
El mejor cine asiático y la cultura segura no se detienen.
Mientras en el área metropolitana de Barcelona las autoridades competentes obligaban a cerrar, tan solo unas semanas después de reabrir, establecimientos y actividades de ocio como cines, teatros, gimnasios, etc. por los rebrotes de coronavirus, en Vic tenía lugar el Festival Nits de Cinema Oriental (Fesnits) 2020, eso sí, siguiendo un estricto protocolo sanitario y severas medidas de seguridad para evitar contagios. El Fesnits es una de las citas ineludibles de nuestro calendario de certámenes cinematográficos y a la que acudimos por sexto año consecutivo como marinero al canto de una sirena.
Una edición atípica y extraña por no poder sentir en nuestras carnes el calor del resto de nitòmans (asiduos al Fesnits) por el reglamentario metro y medio de separación entre individuos. A pesar de tener que llevar la mascarilla en todo momento, desinfectarnos las manos tanto al entrar como al salir de cada sesión, la fumigación de la sala principal del Vigatà después de cada pase, tener que evitar aglomeraciones y realizar algunos quehaceres online, el festival desarrolló su XVII edición con normalidad. Por esto, este año, el mérito de la organización del Fesnits es mucho mayor, al igual que el buen comportamiento e implicación de los asistentes. Entre todas demostramos que “la cultura segura no s’atura” tal como recordaba antes de cada proyección el director del festival Quim Crusellas.
Así que, el hecho de participar en esta complicada, pero nuevamente exitosa, edición del Festival Nits de Cinema Oriental es motivo de alegría y orgullo también para nosotras. Ante las delicadas circunstancias a las que nos enfrentamos actualmente como sociedad y personas del ámbito de la Cultura, se demostró que se pueden realizar eventos culturales seguros en tiempos de la covid-19.
Programación de calidad
Como es habitual, y a las crónicas de pasadas ediciones me remito, la programación del Festival Nits de Cinema Oriental volvió a ser variada en cuanto a géneros, presupuesto, origen y autoría, y de calidad, con títulos de un nivel más que aceptable. Pasando a cifras concretas, el Fesnits proyectó un total de 31 películas, casi todas de estreno (dos de ellas a nivel mundial y diez premières internacionales), entre el 23 y el 26 de julio de 2020. Por lo que respecta a la procedencia, hubo títulos representantes de siete países asiáticos: China, Hong Kong, Japón, Tailandia, India, Taiwán y Corea del Sur.
Con la habitual colaboración de una treintena de entidades locales y del resto de Catalunya, se llevaron a cabo las tradicionales exhibiciones y cenas orientales en la Bassa dels Hermanos. Así como otras actividades paralelas: la exposición «Las Hijas de Durga« de Eva Parey (disponible hasta el 1 de septiembre en el Museu de l’Art de la Pell de Vic) y la representación teatral del cuento tradicional japonés El Viaje de Issun a cargo de Cacauet Teatre. Además, cabe contar que el programa Més Nits!, semanas antes del inicio del festival, realizó múltiples actos en los Centros Cívicos de la ciudad enmarcados en el VicTROC, la propuesta cultural del verano en Vic.
Buena asistencia
A pesar de las limitaciones de aforo y las medidas preventivas, la asistencia de público al festival fue muy buena. Según datos de la organización, la concurrencia a los pases (en el Vigatà y la Bassa) ha aumentado respecto a años anteriores, ascendiendo a un total de 4.500 espectadores. Además, las tres noches en la Bassa dels Hermanos agotaron sus 400 localidades por sesión y la venta anticipada de tiques fue superior a la de ediciones anteriores. A nosotras estos datos no nos extrañan porque vivir el Fesnits es una experiencia increíble. Lo habremos comentado más de una y dos veces: quien va a les Nits de Cinema Oriental repite seguro. Los nitòmans son una gran familia que te cuida y te quiere. Uno de los últimos en unirse a ella es Álex Oliveres, amigo y reportero de Retro Memories.
Nuestra selección
Por causas del coronavirus el decimoséptimo Festival de Cinema Oriental redujo la cantidad de días de certamen teniendo lugar de jueves a domingo. Nosotras volvimos a apostar por el fin de semana largo aterrizando en la capital de la comarca de Osona el viernes al mediodía. Desde entonces seleccionamos las películas más acordes a nuestros gustos y preferencias y a la línea editorial de Desde el sofá – Cine y TV. O sea, doce filmes en tres días. Sin más dilación, empezamos la ruta cinematográfica por lo mejor del cine oriental seleccionado por el Fesnits.
Cine chino heterogéneo
Es por todas conocido que actualmente China es, junto a la industria india de Bollywood, el mayor productor de películas a nivel mundial. En la pasada temporada se realizaron más de 1.000 títulos de géneros muy diversos. Esta heterogeneidad ha quedado reflejada en el Fesnits 2020. Cabe destacar que esta variedad viene, en parte, por la recuperación del espíritu de acción sin límites, imaginación y géneros más disparatados que marcaron la edad de oro del cine de Hong Kong en los años 80 y 90 del siglo pasado.
Empezamos por el drama costumbrista Changfeng Town, ópera prima de Wang Jing, en el que viajamos a un pueblecito cualquiera de la convulsa China de los años 80. En un ejercicio de nostalgia, la directora realiza una oda a su localidad natal y a la cotidianidad, o manera de asimilar los cambios, de una comunidad reducida entrecruzando varias singulares historias de sus habitantes. Dramas, alegrías, travesuras y peculiaridades contadas con demasiada calma y reiteración. Changfeng Town se parece en forma y fondo a Spring Sparrow, la ganadora del Premio del Jurado ex aequo la pasada edición del certamen, en lo que podríamos definir como un nuevo género de la cinematografía china.
De espadas y héroes
Diferente estilo de película es Mulan de Chen Ceng. El mejor wuxia (obras de espadas y héroes), de los cinco que se realizaron en China el año pasado, que narra la leyenda de Hua Mulan: la historia de una joven experta en artes marciales que se alistará, fingiendo ser un hombre, en el ejército para defender su reino. Más allá de las edulcoradas adaptaciones de Disney, se trata de una versión épica y más realista sobre el nacimiento del mito de la heroína durante la Dinastía Wei. Una historia bien contada que no rehuye de las trepidantes escenas de acción, la violencia explícita o de buenas dosis de sangre. Una notable, convincente y entretenida superproducción asiática que su hora y media de duración la convierten en un producto infalible.
Pasamos ahora al xianxia (un wuxia con criaturas sobrenaturales) The Enchanting Phantom de Lin Zhenzhao que es el remake oficial del film de culto de 1987 Una historia china de fantasmas dirigida por Ching Siu-tung. La cinta explica la historia de amor por excelencia del folclore chino en el que un joven erudito se enamora de una bella diabla. La acción transcurre en un mundo de fantasía en la que existen todo tipo de monstruos que se alimentan de almas humanas y brujos con mágicos poderes que los combaten. El film es una aventura que mezcla escenas románticas, coreografías de acción, muchos efectos visuales, una excelente ambientación y música ochentera. Si entras en el mundo fantástico de The Enchanting Phantom saldrás encantada, sino conocerás, al menos, este clásico relato de Historias extrañas de un estudio chino de Pu Songling.
La triunfadora
Como pasó con Andhadhun en el Festival Nits de Cinema Oriental del año pasado, una película acaparó todos los galardones que ofrece el certamen. Jurado, Crítica y Público coincidimos en que el mejor título de la edición 2020 del festival había sido el thriller chino dirigido por Sam Quah Sheep Without a Shepherd. Este film es el remake de la cinta india Drishyam (2015) de Nishikant Kamat.
Sheep Without a Shepherd es de esas películas que no deja que despegues el culo del asiento. Una historia de intriga con un intenso e inteligente guion, un ritmo y montaje que funciona a la perfección, una destacable dirección y un reparto con mucha química (incluyendo el regreso de la mítica actriz Joan Chen). El film relata el abuso de poder y el acoso policial a una familia china residente en Tailandia durante la investigación por la desaparición del hijo de la jefa de policía local. Una espiral de mentiras, sospechas y violencia que remite a tramas de conocidas películas de crímenes, policiales y thrillers, ganándose desde el primer minuto a los fans del género. Por si fuera poco, Sheep Without a Shepherd es la ópera prima del director de origen malayo Sam Quah al que, a partir de ahora, seguiremos la pista muy de cerca.
India, curry western
El sábado del Fesnits está reservado para disfrutar de una película de Bollywood al aire libre y ambiente festivo en la Bassa del Hermanos. No obstante, el séptimo arte indio también ofrece otros géneros como el curry western que vimos el mismo día por la tarde en el Vigatà.
Sonchiriya de Abhishek Chaubey es una película del oeste ambientada en los áridos, polvorientos y blancos barrancos del desierto del Chambal (India) en 1975. Un grupo de rebeldes capitaneados por el carismático Man Singh escapan de la policía cuando tropiezan con una mujer y su hija gravemente herida. Una incesante persecución en la que la banda cuestionará sus propósitos e ideales obligada por las difíciles circunstancias. Sonchiriya contrapone el valor práctico de conceptos como la libertad, la ética y el coraje en un entorno de conflicto, violento, patriarcal y de castas enfrentadas. Al igual que cuestiona el papel de la mujer en una sociedad como la india regida por etnias. Además, el film posee una factura técnica impecable, cargada de detalles, y escenas de persecución y tiroteos de gran calidad. Y como cualquier cinta india preciada supera las dos horas de metraje.
Y acción tamil
Por lo que respecta a Action de Sundar C., el título del film lo define a la perfección. Una película de acción massala (que engloba el resto de géneros de cine indios incluyendo la comedia, el drama, el romance, el género de acción, el humor, y los números musicales) extrema y exagerada que realizó el estreno internacional de su versión corta (dos horas) en el Fesnits. El coronel Subhash, el apuesto hijo del primer ministro, elimina a una peligrosa red terrorista internacional para recuperar el honor de su familia y vengar la muerte de su esposa.
La trama de Action pende de un hilo porque la importancia recae en las locas escenas de acción que desafían la leyes de la física, las excesivas piezas musicales al estilo reguetón, las persecuciones al límite, las grandes explosiones y, en definitiva, una misión llevada al terreno personal y convertida en una venganza. Además, Action ofrece un viaje por exóticas localizaciones como Turquía y Azerbaiyán en una cinta al estilo de cine tamil (más excesivo aún que el bollywoodiense).
Terror coreano
La popular «noche golfa» del certamen fue sustituida en esta ocasión por la noche de terror (Horror Nit) con la coreana The Closet de Kim Kwang-bin y la tailandesa SisterS de Prachya Pinkaew. Debido a las altas horas de la madrugada a las que se proyectaron las películas solo vimos la primera.
The Closet, el debut en la dirección y en el guion del coreano Kim Kwang-bin, es un correcto thriller que combina horror y fantasía para explicar el enfrentamiento entre un hombre y una niña diabólica que vive en el armario y que ha secuestrado a su hija. Después de perder a su madre en un accidente de tráfico, Yi-Na y su padre, Sang-Won, intentan rehacer sus vidas trasladándose a vivir a una solitaria casa en el bosque. Tras la misteriosa desaparición de la pequeña y ante la nulidad de la investigación policial, un investigador de lo paranomal contacta con Sang-Won (Ha Jung-woo) para ayudarlo a traer de vuelta a su hija. The Closet camina entre los clichés del género, manifiesta un buen diseño de producción y efectos especiales y consigue mantener la inquietud hasta el final.
Romance tailandés
Cambiamos radicalmente de estilo para hablarte del film tailandés Friend Zone de Chayanop Boonprokob que fue reconocido por el Jurado del certamen con una mención especial por “su frescura y actualidad, la originalidad de las escenas y la forma en que resuelven su relación hacen que nos reconciliemos con el género de la comedia romántica”. Los productores de la vencedora del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic 2018, Bad Genius, volvieron a triunfar en el certamen.
La frontera entre la amistad y el amor es, a menudo, muy delgada. Esta línea se conoce popularmente como la friend zone. Y es en esta zona donde transcurre la historia de Palm, un joven enamorado de su amiga desde hace diez años, y Gink, su mejor amiga. Con Friend Zone recorremos todos los parajes de postal del sureste asiático a golpe de avión siguiendo el tira y afloja en esta turbulenta amistad. A esta exitosa comedia romántica en su país de origen le cuesta arrancar pero cuando está en marcha es imparable. Concretamente, el film se anima cuando Palm decide plantarse y confesar sus sentimientos a Gink. Friend Zone es un crowd-pleaser con unos protagonistas (Naphat Siangsomboon y Pimchanok Leuwisetpaiboon) con mucha química, con un humor blanco, azucaradas dosis de romance y moraleja (animando a los pagafantas del mundo a dar un paso adelante en sus no relaciones).
Artes marciales japonesas
Una de las cinematografías imprescindibles de les Nits de Cinema Oriental es la japonesa y, a diferencia de otros años, vimos tres títulos de acción, drama y artes marciales niponas alejándos del anime, tokusatsu y extravagancias como el tetsudon.
Nuestro recorrido por el país del Sol naciente comenzó con la entrega del Premio de Honor del Fesnits 2020 a la actriz japonesa y chica kungfú Asami que agradeció su distinción mediante un vídeo. Acto seguido pudimos ver la película Tunguska Butterfly que protagoniza la propia Asami, obra que cierra su filmografía compuesta por más de 150 títulos. La modesta propuesta dirigida por Akira Nobi es una historia de redención con un toque feminista centrada en la amistad entre una exconvicta y una niña desamparada.
El papel perfecto para la despedida de la diva en una trama que combina drama social y acción de artes marciales. Tunguska Butterfly también habla de la complejidad de la reinserción social, el acoso laboral, las segundas oportunidades, las madres ausentes y el tumor Yakuza. En definitiva, un tipo de cine de autor de humilde presupuesto que cada vez tiene menos cabida en la industria japonesa.
Yakuza eiga
Siguiendo la sombría estela de la trama mafiosa de Tunguska Butterfly se enmarca Hydra, el debut tras la cámara del director de acción de blockbusters como la saga Gantz o Inuyashiki Kensuke Sonomura. Un homenaje moderno al yakuza eiga en el que el Takashi (Masanori Mimoto), un chef de un bar de sushi, se involucra por última vez en desarticular una banda de matones a sueldo. Una sosegada y contemplativa historia de corrupción policial y venganza en la que destacan las silenciosas coreografías marciales. Hydra se aleja en las vertiginosas escenas de acción de las grandes producciones para ofrecer algo más próximo y realista.
Secuencia de Guiness
Terminamos nuestro viaje con Crazy Samurai Musashi de Yujo Shimomura, la última adaptación de la leyenda del maestro sumurái Miyamoto Musashi interpretado por el conocido Tak Sakaguchi y con guion del cineasta de culto Sion Sono. Esta première mundial creó expectación por poseer el plano secuencia más largo del cine (77 minutos) en el que el legendario ronin derrota a más de 400 rivales. Toda una proeza técnica que tiene sus trucos y un final demoledor.
Hablando en plata, Crazy Samurai Musashi cansa un poco pero la teníamos que ver. La historia que narra el film pertenece a la famosa batalla de Osaka (1614-1615) donde creó el estilo Niten Ichi Ryu, con una espada en cada mano: una larga, la katana, y una corta, la wakizashi. Un documento más que añadir a la mitología del trovador de la espada y su filosofía que plasmó en el Libro de los Cinco Anillos.
Clausura, el fin de una saga
El broche de oro al 17º Festival Nits de Cinema Oriental de Vic lo puso Ip Man 4, la última entrega de la tetralogía del cineasta hongkonés Wilson Yip sobre la vida del maestro en artes marciales y filosofía china Ip Man. Una saga convertida en historia del cine contemporáneo por recopilar la exhaustiva vida del shifu, sus destacadas virtudes cinematográficas y sus notorias escenas de lucha. El último capítulo de Ip Man cuenta el viaje del instructor a Estados Unidos, invitado por su célebre discípulo Bruce Lee (interpretado por Danny Chan), en búsqueda de un colegio para su hijo.
Donnie Yen vuelve a encarnar al célebre maestro y especialista de wing chun en su crepúsculo vital demostrando, una vez más, que las artes marciales pueden servir para combatir las injusticias, concretamente el racismo y bullying estadounidense hacia la comunidad china de San Francisco. Como en las cintas anteriores, Ip Man 4 combina perfectamente drama y acción dotando al film de las características tramas de la saga y resultando un digno final para esta leyenda del séptimo arte. Una película patrocinada por Movistar+ que la añadirá a su catálogo a partir del próximo 23 de agosto.
Epílogo
Con estas líneas cerramos la crónica del atípico pero, al mismo tiempo, maravilloso Festival Nits de Cinema Oriental de Vic 2020 en el que organización y público hemos aunado esfuerzos para poder realizar exitosamente, y sin riesgos, esta peliaguda edición dadas las circunstancias de la covid-19. También, como destaca en su artículo el profesor y amigo Jordi Ojeda, el festival ha resultado un filón de ejemplos de cómo educar en valores (amistad, tolerancia, justicia y solidaridad, entre otros), hasta el punto que algunas películas centraban su trama en explicar un concepto concreto.
Agradecemos a todo el equipo del certamen el esfuerzo extra realizado, el trato recibido y el próximo año nos volveremos a encontrar, del 20 al 25 de julio, para empaparnos del mejor cine asiático en la localidad de Vic rodeados de buen ambiente y mejor compañía. Además, si sigues nuestras redes sociales te avisaremos en cuánto se produzca el estreno de alguno de los títulos de los que te hemos hablado en esta entrada ya que, francamente, merecen vuestra atención. Gracias por leernos y apoyarnos.
