Festival Nits de Cinema Oriental 2015: Corea del Sur
Puesto que la noche del jueves fue larga, la mañana del viernes se nos hizo corta, aunque no fue nada que no arreglase un café bien cargado y un bocata de fuet de la zona. Llenos de energía y protegiéndonos bien del sofocante calor, terminamos de pasar la mañana con nuestros amigos de Kritik, que ultimaban los detalles para la fiesta de inauguración aquella misma tarde. ¿Qué mejores fechas para abrir una tienda de cómics, manga, juegos de rol, etc. que las del Festival de Cinema Oriental? Además de ubicarse muy cerca de la Plaza Mayor, el local cuenta con diferentes espacios para juegos de mesa y Warhammer. Si tenéis la ocasión y os gusta esta temática, os recomendamos que les hagáis una visita.
Como ya hemos comentado, el certamen abarca una larga lista de actividades para todas las edades. Así pues, tuvimos la oportunidad de acercarnos a la Biblioteca Joan Triadú para contemplar las impactantes fotografías de paisajes urbanos de la exposición “Rajasthan Suite”. Una colección de imágenes realizadas en un viaje por Miquel Pérez sobre la región india del Rayastán, la segunda más extensa del país y una de las más turísticas. No obstante, éstas dejan de lado los fastuosos palacios y los recurrentes retratos de rostros de los lugareños.
Tocando las cuatro, no podíamos faltar a la proyección en el Cinema Vigatà de una cinta que entraba a concurso en la sección oficial: el film documental Garuda Power: The Spirit Within. Una lección de historia única que nos mostró la evolución del cine de acción de Indonesia desde sus inicios, pasando por su época dorada en los años setenta, hasta su práctica desaparición actual. En medio de risas y estupor, el documental también explica las rudimentarias técnicas utilizadas para los efectos especiales y los contratiempos con las productoras, distribuidoras y los distintos gobiernos de turno. Un conjunto de situaciones que ha llevado a este tradicional género al ostracismo más profundo. Como ejemplo y referente a todo lo que Bastian Meiresonne nos había descrito en Garuda Power, se proyectó en sesión especial, con gran acierto, Lady Terminator. Este clásico del exploitation indonesio (cine de baja calidad que busca el impacto fácil a través de sexo y violencia gratuitos) de finales de los ochenta contiene bizarras escenas de acción, diálogos de infarto y FX de serie Z. Un sinsentido de cinta en el que un demonio ancestral posee el cuerpo de una joven antropóloga (Barbara Anne Constable) convirtiéndola en una máquina de matar para perpetrar una venganza centenaria. Una combinación de Species, Saturday Night Fever, Fame y Terminator que nunca hubiésemos podido imaginar.
Después tocó ponerse serios, pues el estreno mundial de la opera prima del coreano Cho Kyu-jun, Somehow, bien lo merecía. Una historia basada en un poema budista que habla del equilibrio que puede nacer de la discordia, y en este caso de tres personajes en conflicto. El concepto causa-consecuencia, una de las bases del budismo, es la que mueve la trágica historia de Suji y su hijo dado en adopción a un templo. Se trata de una película pausada, donde los silencios pesan más que las palabras, siendo las decisiones de los protagonistas las que marcan el ritmo. Gran labor de Kyu-jun al armonizar dos tradiciones opuestas en un mismo espacio y tiempo: una religión milenaria y un capitalismo feroz. Tanto al director como a la actriz Lee Suji, presentes en la proyección, les preocupaban las diferencias culturales entre Corea del Sur y Cataluña por si no se entendía en su plenitud el mensaje que querían transmitir. Pero en un mundo globalizado, y con aficionados a la cultura asiática como los presentes en la sala, el objetivo se cumplió con creces. Por otro lado, el porqué de que una película coreana independiente se emitiese por primera vez en el Festival Nits de Cinema Oriental de Vic radica, en parte, en la colaboración entre el cineasta y el compositor de la banda sonora del film, el catalán de Roda de Ter, Guillem Ramisa. Curiosa es la circunstancia en la que se conocieron, de viaje por el mundo, pero mucho más la de cómo fructificó su relación hasta acabar realizando, trabajando en la distancia gracias a las nuevas tecnologías, Somehow.
Con ganas de más nos quedamos, pues el día dedicado a Corea del Sur del “Fesnits” iba a continuar con la proyección de la cinta de aventuras The Pirates y luego con la primera sesión de la picante Nit Golfa. Pero nos marchamos con un muy buen sabor de boca y con la ilusión de poder volver la próxima edición.
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