Festival de Sitges 2019 (parte IV): Sección oficial II
Las diez últimas reseñas
Llegamos a la última entrega de nuestro especial sobre el Festival de Sitges 2019 con las reseñas de las diez películas restantes de la sección Oficial Fantàstic a competición. Contando todas las categorías y tipos de pases, vimos un total de 41 títulos sobre los que puedes leer en las entradas anteriores.
Cine y salas
Antes de empezar con nuestra opinión, te queremos contar cómo se ven las películas en el certamen. Las proyecciones se realizan en cuatro salas diferentes (2 pequeñas, una mediana y una enorme). Las películas más importantes, presentaciones y eventos suelen tener lugar en el Auditori del Hotel Melià Sitges, con capacidad para más de 1.000 espectadores. La rutina, entre semana sobre todo, en esta sala suele ser de movimiento circular: haces cola, entras a ver la película, sales y vuelves a la cola. Así hasta que tengas un hueco en tu programación diaria. Los momentos para comer, asearse e ir al lavabo son limitados en cuanto al tiempo y al espacio. Este ciclo vital se repite, por desgracia, en todos los recintos.
Por lo que al resto de salas se refiere: la Tramuntana está pegada al Auditori y principalmente ocupada por profesionales y acreditados de prensa. Es un lugar pequeño (aforo de 400 personas), con una grada supletoria al fondo y tiene la pantalla más pequeña del Festival de Sitges. El otro espacio de reducidas dimensiones es el Cine Prado, con capacidad para 450 personas y ubicado ya en el núcleo urbano de Sitges. Aquí tienes que vigilar porque, al estar todas las butacas al mismo nivel, si se te pone una persona alta o cabezona delante te tapará los subtítulos (a no ser que se proyecten en la parte superior de la pantalla). Por último, el Cine El Retiro está en pleno centro del municipio, posee una mejor disposición de los asientos (incluso tiene palcos laterales) y caben, en total, 600 espectadores según datos de la organización.
Sección Oficial Fantàstic
Como comentábamos en el texto anterior, hemos seleccionado películas de puntuaciones y temáticas diversas, dentro de la categoría principal a competición, intentado evitar una lista de las películas más flojas de esta edición.
Judy & Punch ** (2019) de Mirrah Foulkes.
La actriz, guionista y directora australiana Mirrah Foulkes debuta en el largometraje con Judy & Punch, una historia de venganza, con toques de fantasía y aventura, ambientada en época medieval y con moraleja manida a favor de los marginados.
En el extraño pueblo de Seaside, todos esperan con afán el espectáculo ambulante de marionetas. El despreciable, borracho y maltratador titiritero Punch (Damon Herriman) acapara halagos y recompensas cuando, en realidad, el diestro trabajo con los muñecos es cosa de Judy (Mia Wasikowska), su compañera. Tras un trágico accidente, Punch se deshace de Judy en medio del bosque pensando que ha muerto. Pero ella se rehace y lleva a cabo su venganza que arrastra esta contundente sátira social al terreno del humor negro.
Judy & Punch combina una ambientación feudal con escenas con música techno y rap en un intento de ser guay y darle un aire juvenil que no acaban de cuadrar. Del mismo modo que la simplista manera en la que convencen a los ignorantes aldeanos de su mal comportamiento. La intención es muy buena, pero la manera de llevarla a cabo no tanto.
After Midnight **/ (2019) de Jeremy Gardner y Christian Stella.
After Midnight es el tercer trabajo conjunto de los estadounidenses Jeremy Gardner y Christian Stella tras The Battery (2012) y la comedia Tex Montana Will Survive! (2015). Una comedia romántica en la que una pareja afronta una ruptura sentimental y, al mismo tiempo, lidia con un monstruo que se presenta cada medianoche a la puerta de su casa. Cine independiente, íntimo, con sentido del humor y, lo más importante, una equilibrada mezcla de terror y romance. After Midnight es una muestra de que con ingenio y poco presupuesto se pueden hacer películas aceptables.
Hank, interpretado por el propio Gardner (que también firma el guion), lucha contra un monstruo nocturno como metáfora de superación personal y de cómo afrontar la soledad tras el abandono de su pareja Abby (Brea Grant). After Midnight se puede definir como una cinta de monstruos que dinamita los códigos de la comedia romántica.
Corporate Animals **/ (2019) de Patrick Brice.
Patrick Brice, director de de Creep (2014), The Overnight (2015) y Creep 2 (2017), presentó su nueva obra Corporate Animals en el Festival de Sitges. Una comedia negra en la que, en una excursión de team-building, los empleados quedan atrapados varios días en una cueva y los instintos y trapos sucios florecen pero con ironía y estilo. La veterana Demi Moore dirige la expedición de una empresa de cubiertos comestibles en bancarrota. El resto del grupo lo conforman miembros de todo el espectro racial, condición sexual y edad del estadounidense medio de izquierdas.
A pesar del nulo interés que nos generó la temática de Corporate Animals, no nos llegó a aburrir en ningún momento. El humor ácido y cool de las bromas corporativas sobre las startup y sus estilosos jefes esconde la crítica a este tipo de empresas modernas que, en su afán de salvar el mundo, suelen ser, muchas veces, absurdas. Además, la violencia es la justa y la sangría es tan estilizada que apenas incomoda.
Luz */ (2019) de Juan Diego Escobar Alzate.
Con Luz, el director y guionista colombiano graduado con honores en la Academy of Arts University of San Francisco, Juan Diego Escobar Alzate, se inicia en el largometraje. En una comunidad aislada en la espesura de las montañas y liderada por un predicador tirano llega un presunto nuevo Mesías. No obstante, desde su venida, los males azotan la aldea y a las tres hijas del predicador: Laila, Uma y Zion. Este hecho pone en jaque a El Señor, que duda del significado de Dios, el Diablo y el amor. Al final, aunque al diablo se le identifique con un niño o una cabra, el verdadero mal viene de la mano del hombre.
El aspecto técnico del Luz es llamativo ya que la fotografía está quemada pero con ciertos colores muy vivos, como si de un filtro de Instagram se tratase. La cinta alberga bellos paisajes naturales en planos generales pero también se aprecia la diferencia de luz y sonido de cuando es una escena interior o exterior. Una combinación que, junto a la voz ronca y desagradable del protagonista (Conrado Osorio), hizo que fuera una de las películas que menos agradó del certamen.
Achoura ** (2018) de Talal Selhami.
Fruto del acuerdo de colaboración entre los festivales de Sitges y Beirut surge Achoura, la primera película de genero fantástico y monstruos de Marruecos. Y el encargado de dirigirla fue el francés Talal Selhami que ya visitó el certamen en 2010 con su primer largometraje Mirages. Achoura es la versión árabe del hombre del saco en la que unos adultos deben enfrentarse de nuevo al demonio Bougatate. Una historia de miedo a caballo entre Francia y el folclore marroquí.
El film tiene buena factura técnica, solventes efectos especiales y ritmo, aunque el tramo final resulta repetitivo. No obstante, la historia es simple aunque haya dos flashbacks (el de la leyenda y el del primer encuentro con el demonio) que conectan con la trama principal. Además, se nota que es una producción enfocada al mercado internacional ya que está rodada en francés y tanto los escenarios como los protagonistas carecen de rasgos árabes.
Come to Daddy **/ (2019) de Ant Timpson.
Conocido productor de títulos como Housebound (2014), Turbo Kid (2015) o The Greasy Strangler (2016), Ant Timpson se pasa a la dirección con Come to Daddy. A Norval (Elijah Wood), que está intentando superar sus problemas con el alcohol, le parece una buena oportunidad para reforzar los lazos paternofiliales pasar unos días frente al mar en la casa de su padre. Sin embargo, no tarda mucho en darse cuenta de que algo raro pasa con su progenitor.
Come to Daddy cuenta el surrealista, retorcido y violento reencuentro entre un hijo y su padre 30 años después. Thriller con toques de comedia negra en una entretenida historia de reconciliación familiar. Una situación nada fácil para el treintañero y fashion Norval, que tendrá que ensuciarse las manos de sangre para salvar su pellejo y el de su padre.
Her Blue Sky *** (2019) de Tatsuyuki Nagai.
El anime japonés Her Blue Sky de Tatsuyuki Nagai tuvo la premiere mundial en la sección oficial del Festival de Sitges 2019 y contó con la presencia del director y los actores que ponen voz a los protagonistas del film. Un despliegue especial con un equipo de grabación nipón para inmortalizar el momento.
Nagai ha trabajado en multitud de series de anime y en 2015 debutó en el largo con El himno del corazón. Su segundo film, Her Blue Sky, es una sorprendente historia llena de romance y anhelos juveniles. Habla de los remordimientos, sobre todo amorosos, de haber elegido el camino erróneo. Concretamente, el reencuentro de unos amigos después de mucho tiempo y la aparición de uno de ellos hacen resurgir la amistad y amor de antaño. Y todo ello con un un trío amoroso (Aoi, Akane y Shinnosuke) de por medio. Her Blue Sky es emotiva y bella y te hace reflexionar sombre las segundas oportunidades y la importancia de la familia.
Synchronic **/ (2019) de Justin Benson y Aaron Moorhead.
Una de las cintas que los fans de Sitges esperaban con más ahínco era Synchronic, la nueva obra del dúo Justin Benson y Aaron Moorhead. Una dupla que había pasado antes por el festival con Spring (2014), rodando segmentos de V/H/S: Viral (2014) y El infinito (2017).
Benson y Moorhead continúan explorando los viajes y movidas epacio-temporales en Synchronic a través de una potente droga sintética. Noche tras noche, dos paramédicos de Nueva Orleans encuentran cadáveres cuya extraña muerte parece relacionada con un estupefaciente experimental. Al cabo de poco, mientras ambos se ven inmersos en sendas crisis personales, la sustancia se introduce intensamente en sus vidas.
Synchronic cuenta con más presupuesto para efectos especiales y para contratar a actores famosos (Jamie Dornan y Anthony Mackie la protagonizan) pero la trama es menos compleja que su antecesora. Con una estética oscura y una relación de amistad de por medio, bien podría haber sido un respetable episodio de Black Mirror.
Adoration *** (2019) de Fabrice du Welz.
El cineasta belga Fabrice du Welz es un habitual del certamen y ha dirigido cinco películas (Calvaire (2004), Vinyan (2008), Alleluia (2014), Colt 45 (2014), Message from the King (2016)). Su sexta entrega, Adoration, también estuvo en Sitges 2019. Paul (Thomas Gioria) vive con su madre en una clínica psiquiátrica, donde ella trabaja como enfermera. Pasa los días jugando en el bosque y cuidando pájaros heridos. Un día conoce a Gloria (Fantine Harduin), una joven paciente recién llegada al hospital, y decide huir con ella.
Du Welz regresa a los bosques de las Ardennes para relatar una odisea juvenil de libertad, amor y locura, donde las emociones son tan fuertes que duelen. Película íntima, con planos cerrados y cámara temblorosa en un torrente de adoración y fervor por ese primer amor. Pese a tener nada de fantástico o terror, Adoration concursaba en la sección oficial y se llevó el Premio Especial del Jurado y el de mejor fotografía de esta edición.
Le Daim (Deerskin) *** (2019) de Quentin Dupieux.
El francés Quentin Dupieux debutó en 2006 con Steak y se consagró con las inclasificables Rubber (2010), Wrong (2012), Wrong Cops (2013) y Réalité (2014). Le Daim (Deerskin) cuenta la extravagante historia del vividor/estafador Georges (Jean Dujardin), de 44 años, y su chaqueta de piel de ciervo que le habla. El protagonista ama tanto esa pieza de ropa que es capaz de las mayores atrocidades para eliminar el resto de cazadoras de la faz del planeta.
La trama transcurre en un pequeño pueblo de montaña en el que Georges se hace pasar por cineasta y engaña a los aldeanos en pro de su descabellado plan. Le Daim es una comedia surrealista y absurda con aires de autorretrato en el que Dujardin realiza una espléndida actuación. El problema de la película es que si no entras en ella, te la pasarás pensando ¡que c… es esto!, pero tranquila que solamente son 77 minutos de metraje.
Relaciones sociales y ocio
Evidentemente la semana y media del Festival de Sitges da para mucho y la población tiene ofertas de ocio, restauración y entretenimiento suficientes como para no parar ningún día. Ahí ya entran la voluntad y las ganas de hacer de cada uno. Lo que siempre es placentero es juntarse con amigos y conocidos para debatir sobre cine y poner en común y recomendar (o no) los títulos que se han visto en el certamen, más allá de los encuentros en la cola o en la butaca vecina.
También es un clásico pasear cerca de la playa mientras las gentes te observan desde las terrazas y cafeterías de primera línea. Al igual que tampoco puede faltar una visita a las paradas de camisetas, carteles, merchandising y otros productos de cine y series en los que, al final, te acabas gastando más de lo que deseas.
Lo decimos siempre que hablamos del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, y esta vez no va a ser menos. El Festival de Sitges es una experiencia única que merece ser vivida alguna vez en la vida del cinéfilo y amante del género y el fantástico. Esperamos no haberte aburrido demasiado con nuestras reseñas y recomendaciones en este largo reportaje especial del festival en la 52ª edición. Gracias por llegar hasta aquí y en 2020 nos vemos en Sitges.