Impresiones sobre el II Salón del Cine y las Series
El Salón del Cine y las Series cerró su segunda edición con un incremento del 30% en la afluencia de público. Si el año pasado basamos nuestro reportaje en el evento desde un punto de vista de política cultural, esta vez haremos hincapié en la vertiente comunicativa. El Salón es un divertimento para toda la familia, por lo que sus bondades se transmiten prácticamente solas. Eso explicaría que casi la totalidad de mi (reducido) círculo social me haya instado a visitarlo. Desde mis jefes (situados en los márgenes de la industria cinematográfica) hasta mis compañeros posadolescentes de la academia de inglés. La cultura popular y el frikismo gozan hoy de la legitimidad que les corresponde y por la que tanto han luchado en las últimas décadas. Aunque vamos muy por detrás de otros países, ya no quedan apocalípticos entre nosotros, ni siquiera en la Academia. Y de eso quiero hablaros, de los académicos. Porque el Salón sabe muy bien como aunar su presencia con la de la industria y con la de las figuras más mediáticas del panorama barcelonés. Y sino que se lo pregunten a Toni de la Torre, que abarrota salas con un chasquido de dedos.
Sin embargo, nuestra selección para la jornada inaugural fue algo más heterodoxa. De buena mañana mesa redonda sobre distribución de contenidos online organizada por el Clúster Audiovisual con la presencia de cinco de los proyectos más influyentes del territorio (Tviso, Flooxer, Filmin, Wuaki y Movistar+). Después de comer nos pusimos sesudas con Raquel Crisóstomo y su recorrido por el arte en las series de televisión (con especial énfasis en la maravillosa The Young Pope). Somos afortunadas de poder saludarla y corroborar que no solo posee un amplio conocimiento en la materia sino que también se muestra muy cercana. Cortado en mano, nos damos una vuelta por los tenderetes, este año más cuantiosos. Muchísimos photocall, peleas con arma blanda, venta de palomitas de sabores e hidromiel, etc. El Salón es una oportunidad para que las asociaciones de aficionados y/o profesionales (escuelas de cine, artistas autónomos, etc.) se den a conocer entre el público general promoviendo actividades originales. Terminamos el día con el mito de Frankenstein y Antonio José Navarro, quien se remonta a las primeras adaptaciones del clásico literario. Una cerveza con los compañeros de Mundoplus.tv (con quienes hemos empezado a colaborar recientemente) y para casa. Ellos cubrieron la mar de bien los eventos programados para el sábado, entre los cuales destacan una charla con Kike Maíllo y el debate sobre psicópatas de cine.
Recargamos pilas y nos dejamos caer por allí el domingo. Empezamos con las series de Marvel explicadas por sus dibujantes, una aproximación que hemos podido contrastar esta misma semana mediante otro punto de vista. Y de ahí corriendo para la sala de al lado, donde tuvo lugar una conversación entre Juan Cruz y Roberto Álamo. El actor es un profesional de extensa filmografía, ganador de un dos Goya y que, a pesar de estar curtido en los escenarios, no hace ascos a ningún género cinematográfico. Nada que no supiéramos. En cambio, sí se nos había pasado por alto (y lo lamentamos profundamente) su inmensa valía como persona. Un tipo que se toma el tiempo de retratar a sus compañeros de oficio en un blog (como si él mismo no fuera igual o más interesante) tiene que ser adorable por fuerza. La jornada terminó con un concurso cinematográfico y desfile cosplay en el mismo escenario donde, en días anteriores, se habían llevado a cabo batallas vikingas, juegos de cartas y un improshow.
En esta edición hemos echado en falta una mayor paridad de género entre los ponentes. Uno de los sectores donde perdura una mayor desigualdad es el cine, por lo que conviene evitar prolongarla. La decisión estratégica de establecerse en La Farga de L’Hospitalet le ha cundido a Àlex Murrull y su equipo, pues atraen al público barcelonés mientras optan a subvenciones y demás en el pueblo vecino. Por otro lado, la organización se ha decantado, en sus dos primeras ediciones, por cuidar a los blogueros semiprofesionales quienes ayudan a aupar un certamen de tales características. Siendo una actividad joven, se puede permitir este trato preferente, y nosotras lo agradecemos. No obstante, la prensa formal también les presta atención y, de hecho, su campaña publicitaria en revistas especializadas, pero sobre todo en el transporte público, ha surtido efecto. ¡Enhorabuena compañeros y hasta el año próximo!
Si quieres ver más fotos del segundo Salón del Cine y las Series dale aquí.
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