Spectre

La nueva película de la saga Bond a cargo de Sam Mendes, que repite como director, se inscribe en la reciente racha de estrenos comerciales en los que no se salva ni el apuntador. Cada vez más, los grandes estudios demuestran estar perdiendo la chaveta al destinar presupuestos astronómicos a sus producciones. Luego, por supuesto, esperan recuperar la descomunal inversión con creces o, de lo contrario, la película será considerada un estrepitoso fracaso. Spectre es el paradigma de esta codiciosa tendencia que no se somete, como el resto de los mortales, a la austeridad y al sentido común. Su presupuesto ha sido de 304 millones de dólares y su recaudación global, dos semana después de su debut, de 542, por lo que le auguro un apacible futuro. Mientras talentosos creadores no consiguen financiar sus proyectos, Sam Mendes y compañía activan el piloto automático y disfrutan del viaje.

A pesar de esta cadena de producción prácticamente fordista, Skyfall, la predecesora de Spectre, tenía alma. La idea tras el fichaje de Daniel Craig como Bond, cuatro filmes atrás, consistía en actualizar el personaje del mítico espía a los tiempos modernos, exponiéndolo a duros reveses en su vida privada. La faceta más íntima del agente del MI6 queda soterrada en esta ocasión en pro de su yo más chulesco, lo cual parece aburrir como una ostra al actor que lo interpreta. Sin embargo, existe una voluntad de buscar la continuidad y cohesión interna con sus anteriores hazañas, de manera que Spectre acaba incluso por rellenar los huecos que dejó Skyfall. Éstos remiten a la dimensión más personal de 007, pues éste se verá inmiscuido en una trama vinculada a su pasado.

Esta vez Bond se enfrenta a Spectre, una organización criminal que, ya en las novelas, se las hacía pasar canutas. Como buen insurrecto, actúa movido por indicios ambiguos y de espaldas a la inteligencia británica. Sin embargo, los tentáculos de su enemigo (cuyo emblema es un pulpo) sí que se extienden hasta ésta y más allá (las altas esferas políticas). De ahí que la lucha paralela de M (Ralph Fiennes) en la sede londinense sea la de impedir que los servicios secretos de seis potencias mundiales se unifiquen bajo el mando del siniestro C (Andrew Scott). En última instancia, lo que se disputa es la preeminencia de lo digital (el Gran Hermano de Orwell) frente a lo analógico, representado por el programa Doble Cero y sus agentes de pistola en mano. La institución del mal, pues, se reconceptualiza en clave tecnológica para responder a un terror muy contemporáneo, el del poder oblicuo. El estado pierde el control en manos de grandes corporaciones, mientras al individuo se le espía y vigila sin posibilidad de aislarse. La indispensable escena de tortura a nuestro héroe remite precisamente al temor de que penetren en nuestro cerebro, literal o virtualmente.

Así pues, los ingredientes fundamentales de la franquicia se manifiestan sin pudor alguno, entre ellos los bellezones que la transitan. Es difícil no ensimismarse con la beldad de Léa Seydoux pero, en una suerte de regresión, la actriz francesa encarna a la chica Bond más dependiente de los últimos tiempos. Christoph Waltz (en la piel de Blofeld, líder de Spectre) también responde a un arquetipo, el del megalómano incurable. Por otra parte, el actor corre el peligro de encasillarse en este tipo de indeseables de postín. Obviamente, Bond también cuenta con trajes de alta costura, cochazos de lujo, gadgets tecnológicos y, sobre todo, con localizaciones y set pieces de acción impresionantes. El agente secreto recorre desde los paisajes más cálidos a los más gélidos, pues cualquier orografía y cualquier trazado urbano son buenos para una persecución de infarto.

Valoración: **/

Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena)**** (muy buena) / (media estrella)

Ficha

De qué va: Un críptico mensaje del pasado envía a James Bond a una misión secreta a México D.F. y luego a Roma, donde conoce a Lucía Sciarra, la hermosa viuda de un infame criminal. Bond se infiltra en una reunión secreta y descubre la existencia de una siniestra organización conocida como Spectre. Mientras tanto, en Londres, el nuevo director del Centro para la Seguridad Nacional cuestiona las acciones de Bond y pone en duda la importancia del MI6, encabezado por M. De modo encubierto Bond recluta a Moneypenny y Q para que le ayuden a buscar a Madeleine Swann, la hija de su antiguo archienemigo, el Sr. White, que quizá tenga la clave para desentrañar el misterio de Spectre. A medida que Bond avanza en su misión, descubre una estremecedora conexión entre él mismo y el enemigo que busca (www.trailersyestrenos.es).

Tráiler

Oficial: www.007.com

Año: 2015

Director: Sam Mendes

Reparto: Daniel Craig, Christoph Waltz, Léa Seydoux, Ralph Fiennes, Monica Bellucci, Naomie Harris, Rory Kinnear, Ben Whishaw, Dave Bautista, Andrew Scott, Jesper Christensen, Stephanie Sigman.