BCN Film Fest-Sant Jordi 2018: Donde la película es tan buena como el libro
Del 20 al 27 de abril se celebró la segunda edición del Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant Jordi. Después de perdérnoslo el año del debut, en parte porque era un certamen desconocido y con películas que acabarían pasando igualmente por cartelera y por falta de organización (cuando decidimos que podíamos asistir, el plazo de acreditaciones estaba cerrado). Como reto pendiente en 2018 nos propusimos estar presentes en el BCN Film Fest y realizar la cobertura de la Sección Oficial (siempre dentro de nuestras posibilidades). Hecho que estamos materializando con estas líneas.
Si bien es cierto que en Barcelona el panorama de festivales de cine es diverso y extenso, con la proliferación de nuevos certámenes en los últimos años se ha vuelto prácticamente inabarcable. Además, cada festival debe tener una idiosincrasia propia y diferenciarse claramente del resto (sobre todo si llevan muchas más ediciones a las espaldas). Este aspecto el BCN Film Fest lo ha definido muy bien ya que propone una selección de filmes internacionales relacionados, en un sentido amplio, con la literatura y/o historia. Siguiendo este criterio, la programación de la Sección Oficial está dedicada, de manera preferente, a las adaptaciones de obras literarias, las producciones con trasfondo histórico y los filmes biográficos sobre grandes personalidades. El certamen también realiza entrevistas con actores y directores, pases de prensa, presentaciones exclusivas de películas, photocalls y alfombra roja. Y otro tipo de eventos como la emisión de pilotos de series (Genius: Picasso y La otra mirada), proyecciones infantiles, documentales sobre arte, coloquios o retrospectivas y homenajes, en las demás secciones que lo componen.
Popular y divulgativo
El certamen tiene una vocación popular y divulgativa. Por ello aspira a mantener un vínculo estrecho con el carácter cultural y popular de la emblemática fiesta de Sant Jordi (o Día del libro fuera de Cataluña), cuya celebración coincide con las fechas del BCN Film Fest. El festival cree en las posibilidades pedagógicas del cine y, por ello, parte de su programación está orientada a que los docentes y estudiantes utilicen las películas como recurso didáctico para el aprendizaje y formación académica; coincidiendo con los objetivos de los organizadores (Educacine y decine21).
Tras nuestra experiencia, verificamos que las intenciones, propósitos e intereses del festival explicados anteriormente se cumplen. Acostumbrados a visitar otra tipología de muestras (ciencia ficción, terror, cine independiente y/o de autor o de cinematografías con un origen geográfico concreto), en el BCN Film Fest prevalecen las obras de gran formato y calidad técnica, relacionadas con la literatura y la historia, y para el gran público (sin ser blockbusters).
Segunda Guerra Mundial
Sobre la Sección Oficial del BCN Film Fest pudimos ver nueve de las once películas a competición. Dejamos de banda los dos títulos no competitivos dentro del mismo apartado y otros dos por incompatibilidades vitales (la sección la componían trece obras en total). Aunque pueda quedar lejos en el tiempo, el conflicto que marcó el siglo XX (la Segunda Guerra Mundial) sigue siendo un eje temático importante para el séptimo arte. Y aún más, por las características propias del Sant Jordi. Así que ordenamos nuestras reseñas en torno a dicha contienda bélica y su alargada sombra.
Barefoot **/ (2017) de Jan Sverák.
El director checo ganador de un Óscar (Kolya, 1996) continua explorando las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en la entonces Checoslovaquia. Siempre acompañado de algún modo por su padre, ahora adapta un libro del escritor y actor ocasional Zdenek Sverák, relata la invasión nazi de Praga a ojos de un niño de ocho años. Barefoot cuenta, paralelamente a la evolución del conflicto, las dificultades a las que se enfrenta Eda (Alois Grec) al cambiar la ciudad por el medio rural. El entorno, las amistades, las relaciones familiares y el conflicto bélico no son una fácil combinación a la que adaptarse. El film, evocando a la infancia, da un punto de vista inocente e imaginativo propios de los de un chiquillo dejando escenas tan bellas como aburridas.
La sociedad literaria y el pastel de piel de patata **/ (2018) de Mike Newell.
El veterano y reputado director británico Mike Newell (Cuatro bodas y un funeral, Donnie Brasco, Harry Potter y el cáliz de fuego) dirige la adaptación de la novela homónima de Mary Ann Schafer y Annie Barrows que desvela, para muchos, la ocupación nazi de la pequeña isla inglesa de Guernsey (en el Canal de la Mancha) a través de las cartas entre un autóctono y una exitosa escritora londinense en 1946. Más allá del clásico y previsible romance y la corrección británica de no ofender a nadie, La sociedad literaria y el pastel de piel de patata tiene un vestuario, fotografía y escenarios muy cuidados. De la rueda de prensa del cineasta y productores del film conocimos que la elaboración del guión, a partir de una obra epistolar, fue la tarea más compleja de todas. El film también contiene un punto feminista al cambiar los roles de los protagonistas siendo ella (Lily James) la instruida y él (Michiel Huisman) el que se ocupa de la familia. Una película que transmite la pasión por la literatura y la labor de los clubs literarios, ideal como proyección inaugural de la muestra.
Rebelde entre el centeno ** (2017) de Danny Strong.
Fallido intento del debutante tras la cámara Danny Strong por realizar un biopic de J.D. Salinger, una figura inadaptable y con un estilo único. El guión se basa en el libro biográfico J.D. Salinger: Una vida oculta de Kenneth Slawenski e intenta explicar la vida del autor norteamericano centrándose en las circunstancias que rodean la creación de su gran obra El guardián entre el centeno. Un genio inadaptado que, a través de un profesor, encuentra la manera de ordenar su escritura para triunfar. Pero su carrera se ve truncada por la Segunda Guerra Mundial y las múltiples secuelas que de ella derivan. Después, el peso de la ansiada fama se vuelve en contra del escritor que termina los días aislado de la sociedad, meditando en una cabaña en el bosque. La narración lineal, el mito del genio trastornado, la interpretación de Nicholas Hoult y la cansina relación entre Salinger y Whit Burnett (Kevin Spacey) hastían a cualquiera. Los seguidores más acérrimos del novelista puede que encuentren en Rebelde entre el centeno algo con lo que disfrutar. El formato documental le habría sacado más jugo a esta historia.
En tiempos de luz menguante **/ (2017) de Matti Geschonneck
El curtido cineasta alemán Matti Geschonneck combina la producción televisiva con la cinematográfica. En tiempos de luz menguante es su último largometraje en el que aborda el colapso y decadencia de la Unión Soviética y los valores del comunismo a través de tres generaciones. En la parafernálica celebración del nonagésimo aniversario de Wilhelm Powileit (Bruno Ganz), héroe y militante comunista germano, desfilan los representantes del complejo aparato comunista y la fracturada familia del homenajeado. En dicho festejo se plantean las dificultades del diálogo intergeneracional, los efectos sobre la familia de una fuerte militancia política, cómo afrontar los nuevos y profundos cambios, y la ancianidad (momento para el balance de toda una vida de sacrificio a una causa). Para un sentido más completo del argumento, todo sucede el otoño de 1989 en Alemania Oriental y en el seno de una prole heterogénea (con miembros tanto alemanes y como rusos). Los momentos cómicos y las anécdotas estúpidas evidencian, que como el Muro de Berlín, está a punto de derrumbarse. El trío actoral Ganz, Yevgenia Dodina y Alexander Fehling cumple y la fotografía también.
7 días en Entebbe ** (2018) de José Padilha
Un argumento basado en hechos reales sobre una operación del ejército israelí en Uganda para rescatar los pasajeros de un avión secuestrado en 1976 por simpatizantes y componentes del Frente de Liberación Nacional Palestino, de entrada, pinta bien. Luego, la dirección a cargo del brasileño Jose Padilha, un experimentado director en cine de acción (Ônibus, Tropa de élite, RoboCop y Narcos, la famosa serie), y un elenco principal formado por Daniel Brühl y Rosamund Pike es, por lo menos, prometedor. No obstante, la puesta en escena discurre plana, sin ritmo, y la tensión sólo aparece en el desenlace, con un curioso montaje final paralelo a una coreografía teatral. Todo lo demás en 7 días en Entebbe, incluida la “intriga” política y la ambigüedad discursiva, como información documental no está mal.
A Taxi Driver. Los héroes de Gwangju ***/ (2017) de Jang Hoon
Mayo de 1980, Corea del Sur. A Man-Seob (Kang-ho Song), un taxista viudo que malvive en Seúl con su hija de siete años, le surge un buen trato si es capaz de llevar a un periodista alemán a la ciudad de Gwangju. Historia basada en hechos reales que nos descubre las cloacas de la dictadura de Chun Doo-hwan y la masacre a la población de Gwangju. La cuarta película de Jang Hoon comienza presentando al protagonista de A Taxi Driver con el burlón humor asiático, para luego dar un acentuado giro dramático al zambullirse en la represión y las cargas militares. El film asesta un duro golpe al espectador que, como los estudiantes y población sublevada, se pregunta el porqué de la matanza. En la película se muestra como el aparato gubernamental aísla, física y mediáticamente, la ciudad para ocultar los acontecimientos. Ante esto, Man-Seob debe decidir si se implica personalmente con la causa y ayuda a Peter (Thomas Kretschmann) a grabar las imágenes necesarias para desvelar al mundo los abusos del régimen surcoreano. Una experiencia que les cambiará la vida para siempre. Este ejercicio por reivindicar el periodismo comprometido le valió a A Taxi Driver ser precandidata al Óscar a mejor película extranjera.
Política, historia y biopic
Alejándonos de la Segunda Guerra Mundial, en la Sección Oficial encontramos otras tres películas diversas: un título de temática política, otro propiamente histórico y un biopic sobre una estrella de Hollywood.
El escándalo de Ted Kennedy *** (2017) de John Curran
El neoyorquino John Curran vuelve a tratar hechos reales en su último trabajo. En El escándalo de Ted Kennedy narra el accidente de coche, en el que murió la joven secretaria de campaña Mary Jo Kopechne, y las consecuencias que tuvo en la carrera del político. La trama se desarrolla en forma de thriller en la que se destapa la corrupción y oportunismo del último de los Kennedy por aferrarse al poder. A medida que el escándalo va tomando fuerza mediática, y según las recomendaciones de distintos consejeros, Ted (Jason Clarke) toma decisiones dispares por los dilemas éticos y profesionales surgidos por la crítica situación. Lo sucedido después es de sobras conocido, Ted, el León del Senado, ha sido el tercer senador más veterano de los Estados Unidos desempeñando su cargo durante nueve legislaturas. El hecho de centrarse prácticamente en la figura del político (dejando de banda otros mediáticos nombres de la familia) y en el incidente ocurrido en la pequeña isla de Chappaquiddick (Massachusetts) junto con la sólida interpretación de Jason Clarke y una buena dirección de Curran, hacen del film una historia tensa, precisa y absorbente. El escándalo de Ted Kennedy también muestra la confianza del pueblo norteamericano hacia una familia infortunada y maldecida como los Kennedy.
Cambio de reinas *** (2017) de Marc Dugain
El notorio escritor y director francés Marc Dugain adapta la novela homónima L’échange des Princesses de Chantal Thomas en la que se relata el fracasado intercambio de princesas entre Francia y España (1712) para sellar la paz entre sendos reinos. Un drama histórico que se centra en los puntos de vista de los jóvenes a los que las circunstancias les arrebatan la niñez y adolescencia en favor de sus futuras coronas. Poniéndote en situación: Felipe de Orleans, regente de Francia hasta que Luis XV alcanzase la mayoría de edad legal, ofreció a Felipe V un doble matrimonio. Uno entre Luis XV (de once años) y la infanta María Victoria (cuatro), y el otro entre su hija Luisa Isabel (doce) y Luis, el príncipe de Asturias, (quince). En Cambio de reinas la majestuosidad del atrezo, ubicaciones y fotografía son dignas de la resonancia de dichos reinados. Incluso algunas escenas evocan a famosos óleos de la época. La entereza de los muchachos en sus interpretaciones reflejan la absurdidad del motivo y propósito de dichas concertadas nupcias.
Las estrellas de cine no mueren en Liverpool *** (2017) de Paul McGuigan
El escocés Paul McGuigan abandona nuevamente las series (Sherlock, Scandal, Luke Cage, Sucesor Designado) para rodar el largometraje Las estrellas de cine no mueren en Liverpool basado en las memorias del actor Peter Turner, encargado también del guión. El film es un bello y cuidado homenaje a la legendaria actriz Gloria Grahame en el que se relata su último romance. A finales de los 70, Turner (de 26 años) vive una singular historia de amor, a pesar de la diferencia de edad, con la diva de Hollywood en declive. La química entre los protagonistas Jamie Bell y Annette Bening mantienen el interés en una trágica relación, sin caer en el melodrama, en los últimos días de vida de la ganadora de un Óscar en 1953 por Cautivos del mal. Con una cálida fotografía, unas transiciones elegantes en las que el director juega con el tiempo y el espacio, y un toque teatral en la interpretación, Las estrellas de cine no mueren en Liverpool se desmarca del más clásico biopic para ofrecer una hermoso amorío con final agridulce. A los fans de Graham les encantará.
Cine actual y palmarés
Fuera de la sección concurrente nos llamaron la atención dos propuestas por encima del resto: Roman J. Israel, Esq. (que sirvió a la clausura) y Les distàncies de Elena Trapé. La primera porque el papel de Denzel Washington le valió la nominación al Óscar como actor principal en la última edición, y la segunda porque llegaba de triunfar en el Festival de Málaga con tres de los principales galardones (mejor película, dirección e interpretación femenina).
Roman J. Israel, Esq. **/ (2017) de Dan Gilroy
Las expectativas sobre la nueva cinta del californiano Dan Gilroy, que nos enamoró en su debut como director en Nightcrawler (2014), eran demasiado altas. A pesar de la complejidad e interés del curioso protagonista Roman J. Israel, éste no engancha cómo lo hizo Louis Bloom. Israel es un abogado defensor idealista y con vocación cuya vida cambia drásticamente al morir su mentor, un icono de los derechos civiles. El personaje adicto al trabajo que interpreta formidablemente Denzel Washington no acaba de adaptarse al mundo actual después de haber sido un enérgico activista y pasarse una vida encerrado en un despacho. La desesperación lleva al íntegro de Israel a delinquir por una vez. Una violación de sus valores, y de la ley, que pagará mucho más cara de lo que nunca se hubiera imaginado. En su viaje, el letrado conoce a un joven y ambicioso abogado, George Pierce (Colin Farrell), y a una joven defensora de la igualdad de los derechos, Maya Alston (Carmen Ejogo), a los que, sin esperárselo, dejará su lucha como legado.
Les distàncies (Las distancias) *** (2018) de Elena Trapé
La catalana Elena Trapé retrata en Les distàncies el desencanto y miserias de una generación tocada profundamente por la crisis y sin un rumbo de vida claro bien entrados en la treintena. Un grupo de amigos de la facultad promovidos por Olivia (Alexandra Jiménez) se presenta por sorpresa en Berlín para celebrar el 35º aniversario de Álex Comas. Allí descubrirán la desdichada situación de Álex (Miki Esparbé) y, al mismo tiempo, la frustración y problemas que cada uno lleva en su mochila. Situaciones verosímiles y dramáticas aliñadas con otras absurdas y toques de humor para hacer más llevadera la crisis vital en la que todos ellos, aunque de maneras diversas, están inmersos. El espectador de cierta edad podrá empatizar fácilmente con lo que allí sucede, en cambio a otros les parecerá una desgraciada historia sin más. Aunque los aspectos técnicos son limitados, un halo gris impregna constantemente las imágenes como signo de la insatisfacción personal de los protagonistas. Les distàncies es una obra honesta y de difícil digestión si te interpela.
Por lo que respecta a los galardones del BCN Film Fest, la ganadora a mejor película fue Mary Shelley de Haifa Al-Mansour, justamente uno de los pocos títulos que nos perdimos del festival. Por suerte se estrenará en cines a mediados de julio. Entre el resto de títulos premiados destacan Cambio de Reinas (Premio de la Crítica ACCEC), Mi querida cofradía (Premio del Público a la Millor Comèdia) o Rebelde entre el centeno (Premio EDUCACINE). La lista completa del palmarés aquí.
Gira y próxima edición
Como venimos observando últimamente en los certámenes de cierto peso en Barcelna, el Sant Jordi también llevará de gira por diferentes ciudades del territorio catalán varias de las películas proyectadas en esta edición. El ciclo ‘BCN Film Fest se mueve’ realizará pases en el resto de capitales de provincia de Cataluña con el siguiente calendario. Así que animamos a los cinéfilos de Girona, Tarragona y Lleida que no dejen pasar la oportunidad.
Por nuestra parte queremos agradecer la oportunidad que, desde la organización, nos han dado para conocer el certamen a fondo, así como las facilidades y el buen trato recibido en todo momento. Tenemos la confianza de poder repetir en la próxima edición que ya tiene fechas oficiales, será del 22 al 30 de abril de 2019, en un festival que ha llegado para quedarse en la Ciudad Condal.