Festival de Sitges 2019 (parte III): Sección oficial I

Diez títulos a competición

Nuestro especial sobre el Festival de Sitges 2019 va tocando a su fin. En la presente entrada y la siguiente exponemos nuestras impresiones sobre 20 películas de la sección Oficial Fantàstic a Competición. En la categoría principal de la quincuagésima segunda edición del certamen participaron un total de 35 películas, y de las mejores ya te hemos hablamos en la primera entrega de esta compilación. Así que hemos preparado una combinación de títulos intentando que las puntuaciones de ambos textos sean equilibradas. De este modo, evitamos que quede una lista con las peores películas del festival.

Categoría principal

La variedad de los casi 40 títulos que conforman el Oficial Fantàstic a Competición del Sitges 2019 es muy grande, a pesar de que el festival se centre en el género fantástico y de terror. Realmente, se ha abierto tanto la sección oficial que hay más de tres y cuatro títulos que no sabemos qué pintan en ella, ni en el certamen en general. Por lo que en esta selección encontrarás alguna película que es sencillamente un drama o un thriller sin más.

En general, y según la organización, dicha categoría la forman “largometrajes de todas las nacionalidades, inéditos en España, producidos en 2018/2019 y de temática fantástica, entendiendo el concepto de manera amplia, teniendo siempre en cuenta la calidad y la creación de tendencias como objetivo prioritario”. Además, un jurado internacional, elegido por la dirección del Festival de Sitges, es el encargado de conceder los premios de esta sección. Y sin más dilación, pasamos a conocer las primeras diez películas:

Sección oficial

Bloodline **/ (2018) de Henry Jacobson.

La primera película competitiva que vimos en el Sitges 2019 es la ópera prima de Henry Jacobson Bloodline. En ella, Evan (Seann William Scott) se toma su trabajo como trabajador social en un instituto muy en serio… quizá, demasiado. Su mujer Lauren (Mariela Garriga) no tardará en sospechar de las actividades de su marido, cargadas de violencia, y la pareja se meterá en una espiral sin control.

En Bloodline todo gira en torno al tipo de familia. Y es con la llegada de un nuevo miembro de la estirpe cuando se descubre su verdadera idiosincrasia. Lauren, tendrá que asimilar y aprender a convivir con un núcleo familiar de psicópatas asesinos. Con esta premisa, la sangre y los cuchillazos invaden constantemente la pantalla al estilo slasher. La lástima del film es que se parezca demasiado a la serie Dexter (2006-2013) convirtiéndola en un entretenimiento sin más.

Les particules (Particles) * (2019) de Blaise Harrison.

Sin duda alguna Les particules es la gran decepción del Festival de Sitges de este año. Parece ser que el simple hecho de haberse presentado en la Quincena de los Realizadores de Cannes fuese mérito suficiente para participar en la sección oficial de 2019. Les particules es el debut como director de Blaise Harrison y trata sobre un grupo de adolescentes, y sus típicas preocupaciones, en un pequeño pueblo en la frontera franco-suiza donde se encuentra el acelerador de partículas más grande del mundo.

Un coming-of-age con poco ritmo que sirvió como somnífero para los asistentes al pase de un jueves al mediodía. Además de aburrida, tampoco logró despertar interés alguno en nosotras. Lo bueno de Les particules es la manera fluida en que interaccionan los jóvenes protagonistas, o ¿puede que eso fuera más bien porque los actores no tenían experiencia delante la cámara? Da igual, lo mejor es olvidarla.

The Antenna (Bina) *** (2019) de Orçun Behram.

El cineasta turco Orçun Behram se graduó en cine por el Columbia College Chicago y The Antenna (Bina) es su primer largometraje. Se trata de una metáfora de las dictaduras o gobiernos que oprimen a los disidentes y limitan la libertades y derechos de los ciudadanos. El control sobre la población se ejerce a través de los medios de comunicación y con una programación especial impregnada con un viscoso líquido negro. Nada más lejos de la realidad en Turquía, si no fuera por los toques fantásticos y de terror que recuerdan a David Cronenberg.

La puesta en escena y efectos especiales están logrados y el mensaje es claro y directo. En esta distopía, las antenas que instala el régimen desposeen de su identidad a las personas pasando a ser Mehmet (Ihsan Önal), el conserje de un edificio, el primero de la resistencia solo por ser consciente de los hechos. En cualquier momento tú puedes pasar a ser enemigo, simplemente por darte cuenta de algo o por pensar. La única, pero gran, dificultad de Bina es la lentitud de la narración en casi dos horas de largometraje.

L’angle mort (Blind Spot) **/ (2019) de Patrick-Mario Bernard y Pierre Trividic.

L’angle mort (Blind Spot) es la tercera película que dirigen conjuntamente los franceses Patrick-Mario Bernard y Pierre Trividic tras Dancing (2003) y L’autre (2008). En L’angle mort, Dominick (Jean-Christophe Folly) tiene el don de volverse invisible, pero eso no hace su vida mejor. De hecho, oculta dicho poder incluso a sus seres queridos, como si fuera una enfermedad. Cada vez le resulta más complicado mantener el control de su habilidad, y eso pone en jaque sus relaciones y su estabilidad.

Estamos ante de un drama personal, el reverso melancólico y discreto de los filmes de superhéroes y totalmente alejado de la espectacularidad de los títulos estadounidenses de este género. L’angle mort es una obra íntima, modesta y que muestra las miserias que comporta el don de la invisibilidad.

Little Monsters **/ (2019) de Abe Forsythe.

El guionista y director residente en Sidney Abe Forsythe se alzó con dos premios en el Fantastic Fest 2016 con su debut, la sátira política Down Under. Su nueva película Little Monsters es una comedia en la que una profesora, Miss Caroline (Lupita Nyong’o), y el tío macarra e inepto, David (Alexander England), de uno de sus alumnos, protegen a niños de cinco años de una invasión zombi en una granja escuela.

Little Monsters es irregular: arranca bien como romance con una primera media hora muy divertida, luego se desinfla con la aparición de los muertos vivientes pero finalmente se recupera y cierra la historia satisfactoriamente con un disparatado y feliz final. La mezcla de comedia con música comercial e infantil sonando un ukelele y toques gore hacen de Little Monsters una feel good movie para pasar un buen rato de risas vacías de contenido.

Sección oficial

Ventajas de viajar en tren *** (2019) de Aritz Moreno.

El donostiarra Aritz Moreno, cuyos cortos han sido premiados en numerosos festivales nacionales e internacionales (Cólera participó en Sitges 2013), presentó su primera película Ventajas de viajar en tren. El film adapta el libro homónimo de Antonio Orejudo en el que una conversación en un trayecto ferroviario une tres estrambóticas historias de personas que visitan un centro psiquiátrico. Una trama bien hilada, una fotografía colorida y una esquizofrenia paranoide que desencja varias veces al espectador.

Nada es lo que parece, la trama y los personajes van cambiando y trasformándose en otros como si de una enfermedad mental se tratase (he ahí parte de la gracia del film). Un cúmulo bien llevado de sensaciones encontradas ya que es divertida a la par que desagradable, previsible sin llegar a cansar y consciente para realizar el giro final. Ventajas de viajar en tren también reflexiona sobre la realidad y la fantasía y el arte del cine. Y además cuenta con las actuaciones de Luis Tosar, Pilar Castro, Ernesto Alterio, Quim Guitiérrez, Belén Cuesta, Macarena García y Javier Botet, entre otros.

Vivarium **/ (2019) de Lorcan Finnegan.

Vivarium es la segunda cinta del irlandés Lorcan Finnegan que debutó en el Festival de Toronto en 2016 con Without Name. Imogen Poots (mejor actriz del Sitges 2019) y Jesse Eisenberg interpretan una joven pareja que, en búsqueda de la soñada vivienda donde disfrutar del matrimonio, queda atrapada en una urbanización laberíntica e infinita. Poco a poco descubrimos que un ente les tiene un propósito guardado: hacer de canguros.

Vivarium despierta la angustia, desesperación e impotencia de los protagonistas por estar atrapados en una casa unifamiliar que les proporciona todo lo necesario para subsistir pero, al mismo tiempo, les confina al tedio infinito. Y no será por intentarlo, sobre todo en el caso de Tom. La película consigue una ambientación adecuada para lo que quiere transmitir con colores pastel y verdes apagados. La gracia de Vivarium está en el cómo y no en el porqué; casi nada viene argumentado y es de lo más desconcertante.

Amigo *** (2019) de Óscar Martín.

Óscar Martín, cofundador junto a Elena Muñoz de la productora El Ojo Mecánico, presentó su primer largometraje, Amigo en el Festival de Sitges 2019 después de haber dirigido los cortos Bulimia (1999) y Bonsai (2011). Tras un grave accidente, David (David Pareja) decide acoger y cuidar en su casa a su mejor amigo, Javi (Javier Botet). Sin embargo, las rencillas entre ambos no tardarán en aflorar poniendo en evidencia una relación envenenada y homicida. El aislamiento y la falta de medicamentos son los detonantes que llevan a probar su amistad hasta las últimas consecuencias.

Buen entendimiento entre los protagonistas y cabe destacar el gran esfuerzo físico e interpretativo de Botet en el papel de tullido. Por lo demás, Amigo es un film correcto y con una clara evolución de los personajes aunque el final es abrupto y complaciente.

The Room **/ (2019) de Christian Volckman.

El artista francés Christian Volckman debutó en el largo con la aclamada cinta de animación Renaissance (2006) y The Room ha sido su primera película de imagen real. Está protagonizada por Olga Kurylenko y Kevin Janssens, que interpretan a una joven pareja que se muda a una antigua casa donde descubren una extraña habitación secreta, cuyo interior alberga el poder de materializar todo lo que desean. Previsiblemente, acaban pidiendo algo que se les volverá en su contra y a lo que deberán enfrentarse para sobrevivir.

The Room es entretenida y tiene una buena factura técnica. Incluso mantiene el ritmo y la tensión hasta un sorprendente y notable giro final. No obstante, es bastante predecible y está cargada de clichés del género.

The Nest (In nido) **/ (2019) de Roberto De Feo.

Después de los cortometrajes Ice Scream (2009) y Child K (2015), el italiano Roberto De Feo salta al largo con The Nest (Il nido), película sobre un niño paralítico, Samuel (Justin Korovkin), que vive con su madre en una mansión aislada en el bosque, la cual tiene prohibido abandonar. Pero la llegada de la joven criada Denise (Ginevra Francesconi) da un vuelco a la estricta rutina y aburrida vida del muchacho y conduce, entre otras cosas, a su despertar amoroso.

The Nest se olvida del exterior de la villa y nos sumerge en lo que pasa en su interior para retomarlo más adelante. La intención de sorprender al espectador es acertada aunque llega demasiado tarde. No obstante, el film constituye una obra costumbrista, colorida, pausada, con suntuosos decorados y planos simétricos en los que se recrea, en un homenaje al mejor cine de género italiano de los años ochenta.

Exposiciones, pasacalles y más actividades

Como ya sabrás, el Festival de Sitges programa muchas y variadas actividades relacionadas con el certamen más allá de los pases cinematográficos. En crónicas anteriores hemos hablado de ellos aunque en este especial solo nos centramos en las películas vistas. Pero a modo de recordatorio se realizan exposiciones en varias ubicaciones de la población, multitud de presentaciones de libros y cómics relacionadas con el cine fantástico y de terror, el concurso de decoración de escaparates de las tiendas de Sitges, talleres y proyecciones para los más pequeños, etc. Y siempre sin olvidarnos de la famosa Zombie Walk, donde una marea de zombis recorren las calles de la villa la noche del primer sábado del certamen.

A falta de las diez últimas reseñas de títulos de la sección oficial, te emplazamos en breve para poner punto final a nuestro especial del Festival de Sitges 2019 en esta web.