1993 (Mille novecento novantatré)

La complejidad de la materia sobre la que trata 1993 (Mille novecento novantatré), segunda temporada de 1992 (Mille novecento novantadue), es de tal calibre que la espera de dos años entre ambas estaciones juega totalmente en su contra. Una losa de la que cuesta desprenderse ante la maraña de nombres, sucesos y tejemanejes que se urden en las diversas tramas de una serie de tan solo ocho episodios. Hay mucha tela que cortar y la tijeras, aunque precisas, son muy gruesas. Ese es uno de los pocos reproches (aunque crucial) que le puedo echar en cara al exitoso thriller político creado y protagonizado por Stefano Accorsi.

En 1993 el sistema político bipartidista italiano (socialistas y democracia cristiana) se derrumba ante los procesos judiciales de Mani Pulite. De echo, la temporada comienza el 30 de abril del citado año con la icónica lluvia de monedas sobre Bettino Craxi, ex primer ministro que se fugó a Túnez antes de que le retirasen el pasaporte. Parece que el único consciente de la gravedad del asunto y de las limitaciones del sistema judicial es el propio fiscal Di Pietro: “La corrupción al norte y la mafia al sur son dos caras de la misma moneda”. A medida que las investigaciones avanzan y profundizan en el entramado de las mordidas, florecen las amenazas, comportamientos extraños y muertes (hasta 23 suicidios de altos cargos políticos y empresariales en tres años), atentados y bombazos incluidos.

Ante el vacío de poder, Silvio Berlusconi da el paso definitivo para postularse como la solución al podrido sistema gubernativo y, de paso, regenerar la política italiana. Sabemos que luego todo siguió igual, e incluso podemos afimar que, al contrario de lo que ofrecía, el mandatario fortaleció los lazos entre Estado y Mafia. Pero la llegada de il Cavaliere al poder es el tema de fondo de la serie: cómo se creó un partido que en tres meses llegó a ganar las elecciones y en qué condiciones sociales ocurrió todo ello.

Si a todo esto le encuentras parecidos con la realidad política de los últimos años en España (concretamente desde el estallido de la crisis inmobiliaria en 2008), tranquila, no eres la única. Aunque en este caso, si el hampa no ha aparecido como una organización es porque está integrada en las estructuras de poder.

Por lo que respecta a los aspectos técnicos y narrativos, 1993 cuenta con el mismo equipo creativo que la temporada anterior. También conserva los seis personajes principales aunque correrán suertes distintas al cierre de la estación. De hecho, la mitad de las tramas acabarán por algún motivo u otro. Pero centrándonos en los argumentos en torno a de cada uno de ellos y abreviando un poco: casi todos los protagonistas son unos arribistas. El más ruin de todos es Leo Notte, capaz de destruir amistades y familias para alcanzar el poder. En esta teórica escala de vileza, le seguiría Pietro Bosco, que encuentra en la política una nueva arena donde liberar su furia y ganarse bien la vida. Después vendría Veronica Castello, una figura indispensable para entender como funciona el mundo del espectáculo y las cadenas televisivas de Berlusconi.

Por otro lado, Luca Pastore se carga de valor para continuar su indagación y afrontar los efectos del VIH. Bibi Mainaghi afrontará problemas trascendentales en su empresa. Y por último, Di Pietro intenta llevar lo más lejos posible el proceso judicial contra la corrupción y enchironar el máximo número de criminales posibles, a pesar de los impedimentos estructurales y las múltiples presiones. Y para que todo ello funcione, es fundamental no profundizar demasiado en los personajes evitando así todo juicio moral.

Esperamos que la última entrega de esta emocionantísima trilogía política llegue con más celeridad que la segunda porque, en los tiempos del Peak TV (donde hay más series que días tiene el año), el revisionado es un lujo que no nos podemos permitir. También porque el relato ficcionado de hechos reales que da 1993 es magnífico.

Valoración: ***/

Puntuación: * (mala) ** (regular) *** (buena) **** (muy buena) / (media estrella)